Qué consecuencias tendría el Brexit en los consumidores online

Si el referéndum lo apoya y el Gobierno finalmente lo confirma, puesto que no se trata de una votación vinculante, el Brexit, término que procede de ‘Britain exit’, supondría el abandono de Reino Unido de la Unión Europea.

Esta situación no sólo afecta al país anglosajón sino a los europeos y al resto del mundo, y en consecuencia a los españoles usuarios de Internet.

Precisamente el comercio online es uno de los puntos que más beneficios brinda a los usuarios de Internet que disponen de las condiciones europeas para el comercio interior, sobre todo a lo referente a los aranceles y aduanas. En este sentido, un 44% de las exportaciones de Reino Unido fueron a parar a la Unión Europea en el último año, muchas de ellas destinadas a España. El Brexit supondría asumir los costes de aduanas por la importación de productos de Reino Unido, por lo que cualquier producto saldría más caro del precio del que dispone actualmente en Internet.

Con respecto al consumo de contenidos online, en Europa los organismos legisladores han propuesto eliminar barreras, una medida que en un plazo corto de tiempo permitiría, por ejemplo, reproducir vídeos de cualquier otro país europeo desde ordenadores y dispositivos móviles en España. Los cambios legislativos propuestos por la Unión Europea suprimiría aquello de “este vídeo no está disponible en tu país”, pero con la salida de Reino Unido las licencias de distribución de los británicos no se verían bloqueadas a nivel regional,  pero sí afectarían a los consumidores online del resto de países del viejo continente.

Por otro lado, tras el planteamiento de ponerle fin al ‘roaming’ tras la reducción de precios como primera medida reformadora de las telecomunicaciones, en junio de 2017 se tiene previsto eliminar los cargos adicionales a este concepto. De esta manera los usuarios de telefonía móvil  europeos podrán viajar con el mismo precio a cualquiera de los estados miembros.

Si el Brexit saliera adelante, en Gran Bretaña se aplicarían los costes de roaming, aunque de momento se desconoce cómo se catalogaría, con la posibilidad de que pueda englobarse dentro de los ‘países económicos’ en la relación con los europeos.

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