economía colaborativa UE

La Comisión Europea ha publicado un informe sobre economía colaborativa donde recomienda que los Estados miembros no pongan trabas a plataformas como Uber, Airbnb o BlaBlaCar.

El documento se presenta como una hoja de ruta con la que se pretende mostrar a los países de la Unión Europea cómo afrontar este reto, basándose en tres cuestiones principales, como son el marco regulatorio, el impositivo y el del empleo.

Con respecto a la regulación, la Comisión establece que los proveedores de servicios deben estar obligados a obtener una autorización o licencia solo si es estrictamente necesario para cumplir objetivos de interés público. Por ello “las plataformas deberán estar sujetas a autorizaciones o licencias cuando sólo actúen como intermediarios entre consumidores y los que ofrecen el servicio. Los países miembros deben diferenciar entre ciudadanos individuales que ofrecen servicios de forma ocasional y proveedores actuando en su capacidad profesional, por ejemplo, estableciendo límites máximos en base al nivel de actividad”.

En referencia a la responsabilidad en caso de conflictos al contratar estos servicios, desde la Comisión explican que estas plataformas pueden estar exentas de ser responsables por la información que almacenan sobre aquellos que ofrecen el servicio. No deben estar exentas de responsabilizarse de cualquier servicio que ofrezcan ellas mismas, como los pagos”.

Desde Bruselas se recomienda que cada Estado simplifique y aclare sus leyes fiscales relativas a los impuestos, siendo tajante en que este tipo de plataformas colaborativas deben cumplir su obligación de pagar impuestos “igual que cualquier otro participante en la economía”. Entre los impuestos relevantes se incluyen en de la renta, impuestos colaborativos e IVA, “debiendo cooperar con las autoridades nacionales para registrar su actividad y facilitar la recolección de impuestos”.

Por último, la Unión Europea deja libertad a cada país para legislar el tema del empleo, ya que “las leyes laborales son competencia casi exclusiva de cada país, complementándose con unos estándares mínimos legales de la UE. Los Estados miembros puede que quieran considerar criterios como la relación de subordinación con la plataforma, la naturaleza del trabajo y la remuneración cuando decidan si alguien puede ser considerado un empleado de una plataforma”.

Aunque no son vinculantes, estas recomendaciones son un claro respaldo a las plataformas colaborativas, que en muchos casos se definen como intermediarias entre consumidores. En circunstancias como Cabify, que si actúa como plataforma profesional, el informe pretende regular la normativa laboral para evitar que la organización eluda su responsabilidad con los conductores.

La difícil situación de las plataformas de economía colaborativa en países como España, Francia o Alemania se podría solventar si se hiciera caso de las recomendaciones de la Comisión Europea, aunque ello suponga lidiar con las protestas de diferentes sectores profesionales.

Ver noticia completa