El cambio tecnológico es imparable, hasta el punto que si el pasado año un 36% de la población utilizaba Internet más de cinco horas al día, este año el porcentaje ha aumentado hasta el 41%.
Según Mikroscopia, este crecimiento se debe principalmente al cambio en los hábitos de compra, de manera que si un 76% de los internautas compraron en la red el último año, en un futuro un 91% se ve comprando todo a través de la red, en al menos una categoría de producto. Así lo refleja esta investigación, que indica cómo igualmente los dispositivos móviles ganan terreno en el eCommerce, ya que un 17% compra con el móvil y el 12% con la tableta. Además también las redes sociales adquieren protagonismo en este terreno, puesto que ya hay un 15% de internautas que compran a través de las mismas.
Asimismo Mikroscopia ha detectado que uno de cada dos ciudadanos necesita desconectar de vez en cuando de Internet y redes sociales, siendo un 38% aquellos que piensan que la red les hace perder el tiempo, y un 31% los que opinan que los aparatos tecnológicos con múltiples servicios le complican la vida. Todo ello se debe a que un 34% de la población echa en falta el contacto humano a la hora de informarse y asesorarse en las compras, que en el caso de los jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y 34 años, son uno de cada tres. Los productos específicos donde se echa más en falta el contacto personal, son con un 60% los financieros, tecnológicos (58%) y la ropa, el calzado y los complementos (55%).
En este sentido, algunos elementos que caracterizan a los consumidores que echan en falta el contacto humano, es que para un 69% la escucha al cliente es el rasgo más importante, y para un 63% su capacidad resolutiva.
El informe pone de manifiesto que un 29% de este perfil de consumidores no disfruta tanto de la compra online como yendo de compras, siendo un 33% a los que les gusta comprar en compañía. De hecho un 36% considera importante ver un producto antes de comprarlo, y un 49% disponer de la compra de manera inmediata.
Estos datos reflejan que para los consumidores la compra física sigue siendo una experiencia insustituible, con aspectos sensoriales que son imprescindibles, como la temperatura del establecimiento, importante para el 39% de usuarios, para un 36% la iluminación del local, y para un 29% su olor o aroma.
