La realidad virtual, caldo de cultivo para los ciberdelincuentes

No sería de extrañar que dentro de unos años oyéramos hablar de ataques generados desde una red de gafas de realidad virtual, o bien ataques a usuarios de estos dispositivos. La razón la encontramos en el propio origen de la tecnología en la que se basan los sistemas de realidad virtual y aumentada.

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Desde hace muchos años, más de los que tendemos a creer, la realidad virtual y aumentada está presente en nuestras vidas de muchas formas.

La realidad virtual, caldo de cultivo para los ciberdelincuentesLa tecnología en la que se basa, muy cercana al Internet de las Cosas, augura un crecimiento exponencial durante los próximos años.

Pero a la vez supone el escenario perfecto para los ciberdelincuentes, que encuentran en esta tecnología multitud de brechas de seguridad; es lo que señalan los expertos de Panda Security, empresa española de soluciones de seguridad informática.

Hace unos meses, un ataque de denegación de servicio (DDoS) lanzado contra dispositivos conectados (una red de cámaras conectadas al IoT) tumbó un gran número de webs y aplicaciones. Algunas muy populares como Netflix, Spotify, o el propio New York times no se libraron.

Al igual que ocurrió en los inicios del Internet de las Cosas, muchas plataformas de realidad virtual han sido diseñadas con los mecanismos de ciberseguridad más esenciales.

Riesgos en el entorno laboral y privado

Pero los usos de la realidad virtual van más allá del ocio y el entretenimiento.

Por ejemplo, en el entorno empresarial, se está convirtiendo en una herramienta indispensable para muchos sectores.

Permite, por ejemplo, que los arquitectos visualicen el prototipo de un edificio en tiempo real, o que se pueda hacer la compra en unos grandes almacenes sin salir de casa.

Si unos ‘hackers’ llegan a modificar la imagen virtual del plano de un edificio o la ubicación de una herida en el cuerpo de una persona, las consecuencias de la manipulación a distancia de estos dispositivos serían drásticas«, asegura Hervé Lambert, Retail Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Y la situación puede empeorar. Desde la empresa proveedora de antivirus entienden que los dispositivos de realidad aumentada terminarán por convertirse en algo tan cotidiano como un Smartphone. Y con ello, aumentará exponencialmente el número de ataques.

«Nuestras vidas están cada vez más conectadas a Internet y, si no somos responsables en el uso que le damos a la tecnologías, estaremos poniendo a disposición del mundo entero una información que debería ser privada«, comenta Lambert.

Breve historia de la realidad virtual

Los primeros experimentos con realidad virtual tuvieron lugar en 1960, pero por aquel entonces nadie creyó en una tecnología que más parecía de ciencia ficción.

Por eso, el segundo intento no se produjo hasta los años 90. Entonces, Nintendo y Sega competían por crear videojuegos basados en la realidad aumentada, pero ninguna de las dos empresas llegó a lanzar sus consolas al mercado, en parte por la falta de interés de los consumidores.

Ya habíamos entrado en el nuevo siglo cuando surgió Second Life, una suerte de red social que venía a cambiar las relaciones entre las personas.

Incluso los partidos políticos daban sus mítines en Second Life, y los grandes almacenes tenían tiendas a imagen y semejanza de las reales.

Aunque aún existe, esta plataforma no llegó a suponer un cambio sustancial en nuestras vidas digitales.

El verdadero cambio ha llegado con las gafas de realidad virtual, en concreto con las Oculus Rift.

Al mismo tiempo que Facebook compró la compañía que las desarrolla, comenzó una pugna empresarial por ir a la cabeza de esta tecnología. Sony, con su sistema para la PlayStation 4; y las revolucionarias HoloLens de Microsoft, forman ya parte de una nueva página de la realidad virtual.

Fuente Innovaticias