A principios de 2016 una fábrica alemana que trabaja principalmente con robots hará sus primeros 500 pares de zapatillas para Adidas, lo que permitirá a la compañía un ahorro de costes y acelerar la entrega de los productos a sus clientes.
Fundada en 1949 por el zapatero alemán Adi Dassler, Adidas trasladó su producción de Europa a Asia, donde sobre todo en China y Vietnam, cuenta con más de un millón de empleados en sus factorías.
Ahora la marca quiere volver a tener la producción más cerca de sus principales mercados para cumplir con la demanda de una entrega rápida de nuevos modelos, y de esa manera contrarrestar el coste de envío, así como la subida de salarios en Asia.
Esta nueva ‘factoría rápida’ (Speedfactory) se encuentra en la ciudad de Ansbach, próxima a su sede central de Bavaria, donde a mitad del próximo año comenzará esta producción que combina una parte superior, cosida por máquinas, y una suela ‘Boost’, desarrollada por BASF.
Según su presidente ejecutivo, Herbet Hainer, “un proceso de fabricación automatizado, descentralizado y flexible nos abre las puertas para estar mucho más cerca del mercado y de nuestros consumidores”.
La marca prevé un gran volumen de su producción en un futuro próximo, creando una red global de fábricas similares que complementarán a los suministradores existentes, mientras continúa su rápido crecimiento.
Actualmente Adidas fabrica 600 millones de pares de zapatillas, ropa y accesorios deportivos cada año, con la previsión de aumentar sus ventas en casi la mitad para 2020.
De momento esta nueva factoría seguirá utilizando personas en partes del proceso, que estarán en las instalaciones para hacer pruebas durante la fase piloto, aunque su objetivo sea avanzar hacia una automatización plena.
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