retención de talento

prodware logotipoCuando hablamos de cultura corporativa entran en juego tres elementos: misión, visión y valores. Estos tres elementos definen y diferencian una compañía frente a la competencia y es la verdadera ventaja competitiva de las empresas más allá de sus productos o servicios.

Sin embargo, estos conceptos han de ser aceptados, entendidos e interiorizados por todos los empleados de una organización desde la alta dirección al resto de miembros de la organización. La razón se basa en que estos valores tienen que formar parte del día a día de su trabajo para que todos tengan la misma meta: los objetivos de negocio. Si no se involucra a todos los grupos de interés de la organización no se alcanzarán los objetivos empresariales.

De hecho, según Mark Wittle, director de CEB “el 70% de líderes empresariales están de acuerdo en que el compromiso de los trabajadores con su empresa es fundamental para lograr los objetivos, aunque solo un 20% acepta implementar iniciativas concretas de políticas que impulsen este compromiso”.

Asimismo, promover esos valores va a influir directamente en el sentimiento de pertenencia de los empleados y en el clima laboral existente en una compañía.

Clima laboral, sentido de pertenencia y retención de talento

clima laboralEl clima laboral o lo que es lo mismo, el ambiente que ‘se respira’ dentro de una compañía, está relacionado de forma directa con la motivación del empleado. Pero además, diversos estudios ponen de manifiesto que el clima que una persona percibe en su trabajo está vinculado con su productividad. Crear un clima laboral apropiado traerá consigo mayor productividad y satisfacción y menor procentaje de absentismo laboral.

Daniel Goleman apunta que “el impacto del clima emocional sobre el rendimiento es de un 20% a un 30%”.

Muy relacionado con este concepto está el sentido de pertenencia, o el sentirse reconocido como parte integrante de un grupo con las mismas metas. Si un trabajador no se siente identificado con los valores de la compañía o no tiene la información sobre la estrategia de esta, no luchará por las metas de la empresa. La comunicación interna es una herramienta fundamental para potenciar ese sentido de pertenencia.

Si una empresa no presta atención a esto, puede enfrentarse a otro problema: la fuga de talento. En los últimos años este fenómeno se ha acentuado en España, entre otras causas, por la crisis económica. De acuerdo al Informe de Talento Mundial publicado por IMD, España ocupa el puesto 45 entre 60 países en cuanto a su capacidad para desarrollar, atraer y retener talentos.

La gestión de talento es clave para el avance de las empresas tanto a nivel competitivo como de innovación. Por eso para motivar que los trabajadores se queden en la empresa y retener por ende el talento, hay que tener en cuenta una serie de factores que influyen en la motivación del empleado:

  • Aprendizaje. Facilitar a los empleados la formación en otras habilidades y presentarles distintos retos es esencial para que estos sientan que están creciendo profesionalmente dentro de una compañía. Si queremos que se queden hay que ofrecerles un aprendizaje constante.
  • Cultura organizacional consistente. Una compañía con una buena fama y reputación en el exterior por su buen ambiente laboral, va a permitir tanto captar nuevos talentos como mantener los que ya están. Pero para eso, es importante no tener solo una cultura corporativa distinta al resto sino que se fomenten los valores en común y exista un alto sentido de pertenencia. Por tanto tiene que existir una coherencia entre la imagen externa que se tenga de una empresa y la interna.
  • Autonomía. Es decir, la existencia de una flexibilidad para que los empleados sientan que tienen la autonomía y responsabilidad suficiente a la hora de realizar su trabajo y tomar decisiones. Por tanto, es necesario abandonar esa concepción de que la relación entre jefe y trabajador se base en la ejecución de órdenes. Muy relacionado con esto surge la tendencia creciente de apostar por oficinas como espacios abiertos y motivadores en detrimento de los tradicionales despachos.

Se hace esencial que se comparta entre todos los miembros de una organización una definición clara del quiénes somos, a dónde vamos y cómo lo haremos. De esta manera, la cultura corporativa diluirá los objetivos personales para que cada individuo luche por las metas de la empresa como si fueran suyas. Con la ventaja, además, de que los elementos que refuerzan ese vínculo entre empresa y empleado son más emocionales que económicos.

La diferencia entre una empresa que apueste por la retención de talento y otra que no, quedará reflejada si al definir la estrategia empresarial apuesta por mejorar el clima laboral, el sentido de pertenencia o la motivación de los trabajadores. El resultado se reflejará en las cuentas finales, ya que activo humano influye directamente en el rendimiento de la compañía.