Cómo potenciar la cultura de la colaboración en la empresa

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La colaboración se está convirtiendo en un tema cada vez más relevante para aquellas empresas que aspiran a liderar los procesos de transformación digital. Aunque existen una serie de desafíos que limitan la cooperación y el trabajo en equipo, poco a poco está aumentando el interés en la denominada cultura de colaboración. Por ello, las empresas están invirtiendo progresivamente más esfuerzos en fomentar esta integración haciendo frente a amenazas como la dispersión geográfica, la organización interna o el uso de tecnologías que aíslan a los empleados.

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Mantener un clima de colaboración constante entre todas las áreas de la empresa resulta fundamental a la hora de motivar al equipo humano, inculcar una cultura corporativa, retener el talento y, en general, mejorar la productividad de los empleados y los beneficios de la empresa. En este sentido, para el 68% de las empresas, las herramientas de colaboración permiten mejorar la productividad individual de los empleados y para un 62% influyen en el  incremento de los ingresos. Además, el 72% reconoce que les permite acelerar la toma de decisiones.

La rápida evolución del mundo empresarial -motivada por un desarrollo tecnológico responsable de la hiperconectividad, la movilidad o la accesibilidad a la información, entre otros-  genera una creciente necesidad de colaborar entre las diferentes áreas de negocio. El objetivo pasa por ser capaces de dar respuesta con una mayor agilidad a los cambios que afloran en este nuevo entorno. Es en este contexto donde se plantean una serie de medidas para estimular esta cultura de la colaboración.

  • Compartir el conocimiento

Disponer de un espacio al que todos los integrantes de la organización puedan acceder para compartir o consultar recursos, ideas y proyectos y donde guardar el conocimiento de la compañía es uno de los primeros pasos para mejorar la colaboración. Los archivos, informes o contenidos aislados acaban muriendo en el fondo de carpetas si no se comparten con el resto de la empresa. Para que el proceso de “almacenaje” resulte eficiente es necesario poner a disposición de los empleados una plataforma cómoda, rápida y accesible donde colocar su trabajo.

  • Cómo potenciar la cultura de la colaboración en la empresaCrear un entorno de colaboración

Otra de las medidas para potenciar la colaboración es desarrollar un entorno donde los empleados puedan proponer nuevas ideas o plantear mejoras sobre proyectos que ya estén en marcha. Esto puede resultar un verdadero reto para las empresas de gran tamaño o aquellas que están repartidas en diferentes localizaciones. Afortunadamente, la tecnología permite crear espacios virtuales, como por ejemplo las redes sociales corporativas, donde revisar propuestas e iniciar lluvias de ideas.

  • Fomentar la conexión entre empleados

Precisamente es en las redes sociales corporativas donde resulta posible generar debate e impulsar las interacciones entre todos los empleados. En estas plataformas, las empresas encuentran grandes aliadas para motivar a los empleados a proponer nuevas ideas o mejoras sobre proyectos en desarrollo. De esta forma se impulsa la innovación y se favorece el intercambio de propuestas al tiempo que se adquiere una perspectiva global de la realidad de la empresa y del negocio.

  • Abrir nuevas vías de comunicación

Las redes sociales corporativas son un canal específico de comunicación entre los diferentes miembros de la empresa. Pero, no es el único. Realizar llamadas internacionales, celebrar videoconferencias, visualizar una pantalla en directo, contactar con personas que hablan otros idiomas, etc. son acciones cada vez más cotidianas en las empresas. Todas ellas son hoy posibles gracias a novedosos sistemas que ayudan a los empleados a comunicarse y compartir información de la manera que requiera cada situación.

En el extremo opuesto, limitar la colaboración puede tener consecuencias muy nocivas para el desarrollo de la empresa en términos de productividad, transparencia y ambiente de trabajo. Esto se traducirá en un aumento de la rotación de empleados, un descenso de la productividad o el aislamiento de los departamentos y el individualismo de los empleados. A largo plazo, esto puede tener un efecto negativo sobre la imagen de la compañía y poner en riesgo su cuenta de resultados.

En la actualidad, para capacitar a la fuerza de trabajo de cara a los nuevos retos, las empresas deben fomentar un espíritu de colaboración. En este sentido, las más innovadoras se están dando cuenta de las ventajas de implicar a los empleados en los objetivos de la organización y, por ello, buscan nuevas formas de fomentarlo dentro de sus equipos. Además de la implicación de los empleados con la compañía, cuidar la comunicación interna y fomentar la colaboración proporciona una serie de beneficios empresariales asociados al incremento de la eficiencia y el impulso de las ventas.