¿Ascender o contratar a alguien nuevo?

La idea más generalizada es que la labor del departamento de Recursos Humanos es, fundamentalmente, externa: ante un puesto que queda vacante, se publica una oferta y se entrevista a los candidatos que aplican a ella. Pero, ¿y si nos fijáramos más en el talento interno?

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Lo cierto es que si no hay posibilidades de promoción y movimiento interno, las empresas se convierten en entidades rígidas, en las que difícilmente los empleados están contentos y por tanto, antes o después, se irán.

Sobre todo en el caso de los puestos de cierto nivel, las firmas tienen dos opciones: buscar talento fuera de la compañía o ascender a algún empleado actual.

Ninguna de las dos opciones es mejor que la otra por definición; depende de la situación determinada, de lo que se busque y de lo que se tenga. Para ello, los departamentos de Recursos Humanos deberían plantearse algunas cuestiones.

¿Existe el perfil que buscas dentro de tu empresa?

Antes de publicar la oferta, piensa en tu equipo actual. ¿Hay alguien que crees que podría realizar ese trabajo bien?

Si la respuesta es afirmativa, suele ser mejor idea promocionar a ese empleado antes que recurrir a alguien externo. ¿Los motivos? Ya tiene un conocimiento sobre el producto y la compañía, y además ya se sabe cómo trabaja, por lo que sabrás de forma realista qué se puede esperar de él.

Por otro lado, saber que hay posibilidades de ascenso hará que todo el mundo trabaje más motivado.

¿Estás intentando dar un giro a la compañía?

Contratar a alguien de fuera ayuda a que entre aire fresco en la firma, algo especialmente importante si estás intentando acabar con costumbres arraigadas que crees que están dañando al negocio.

Por otro lado, ascender introduce movimiento, pero es mucho más fácil que todo vuelva a la forma inicial de hacer las cosas.

Sé objetivo

¿Ascender o contratar a alguien nuevo?Especialmente cuando nos planteamos la promoción de alguien del equipo, puede resultar complicado valorar de forma clara tanto sus virtudes como sus defectos, ya que ya tenemos una idea predeterminada sobre ellos.

Por eso se hace necesario, antes de tomar una decisión, examinar de la forma más objetiva posible al candidato.

Puede ser útil presentarle la descripción del puesto de trabajo y el currículum de tu empleado-candidato a alguien externo a la compañía. Es posible que detecte aspectos en los que no habíais pensado.

No todo el mundo sirve para supervisar

Uno de los temas más difíciles a la hora de ser ascendido es el hecho de cambiar de lado: pasar a ser “jefe” o coordinador de compañeros que antes estaban a tu mismo nivel.

Por eso, antes de optar por la promoción interna, hay que estar seguro de que el candidato tenga claro que habrá cosas que cambien en su relación con sus colegas. Un nuevo jefe de departamento al que sus subordinados no toman en serio no vendría bien a nadie.

¿Estás dispuesto a jugar a largo plazo?

Alguien que llega de fuera, aunque cumpla todos los requisitos que buscas, necesitará un periodo de adaptación: conocer la empresa, su estructura, su forma de trabajar y los detalles de los proyectos requiere tiempo.

En cualquier caso, lo importante es mantener siempre cierto equilibrio entre promociones internas y nuevas contrataciones. ¡Con esto, tanto la motivación en el equipo como las ideas frescas estarán garantizadas!

Fuente itespresso