Cuánto más se entiendan cómo los mecanismos cerebrales influyen en la toma de decisiones mejor será para las empresas. Así lo cree el profesor de Marketing de Wharton, Michael Platt, que intenta conocer por qué la gente toma las decisiones que toma y qué es lo que influye en tales decisiones.
Platt ha centrado su investigación en conocer la toma de decisiones desde muchos contextos, donde se puede dar la incertidumbre, el riesgo y complicaciones basadas en la conducta de los demás.
Una de las conclusiones más interesantes de la investigación es que la gente y los animales tienden a tomar decisiones similares en contextos similares, ya que su cerebro toma tal decisión usando un conjunto muy similar de mecanismos.
De esta manera, las decisiones que se suelen tomar en una situación compleja, como son aquellas en las que hay que hacer frente al mercado, están impulsadas por fuerzas que han ido evolucionando a lo largo del tiempo, y se iniciaron con el fin de resolver situaciones como la búsqueda de alimentos, de compañero o de aliados para resolver problemas que debe tratarse.
Generalmente las personas que nos rodean son las que influencian en nuestras decisiones, algo que también se aplica en los animales. Según el estudio, tanto animales como personas toman las decisiones a través de un procedimiento específico y altamente especializado donde se detecta la presencia de otros individuos. Aquí se identifica quienes son, se evalúa la importancia que tienen para nosotros y si permiten aprender de su comportamiento. Así se han identificado un conjunto específico de células del cerebro que reacciona de manera efectiva cuando a una persona le surge el sentimiento de sentirse recompensada.
Este descubrimiento resulta interesante porque posibilita la manera, desde el punto de vista de la conducta o farmacológico, de activar estas células para la promoción de comportamientos de carácter social, tipo donaciones u organizaciones benéficas.
Así se practicaría el bienestar de la sociedad.
En esta investigación, los científicos están analizando aquellos mecanismos de la mente que responden a un contexto social, analizando aquellos procesos del cerebro que permiten aprender de la experiencia de otros. De esta manera esa información se usaría para guiar nuestras decisiones y conocer cómo esa información pudiera ser usada para comportarnos de manera estratégica frente al resto.
Así podría haber capacidad de decisión con respecto a cuándo cooperamos, abandonamos, engañamos o cómo podemos cambiar para tomar mejores decisiones.
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