“Long game”, o la apuesta por el largo plazo en los negocios

Hay negocios que nacen con la meta de la rentabilidad inmediata. Otros, en cambio, prefieren plantearse como una partida a largo plazo. En inglés, el concepto  el concepto se denomina ‘long game’. Estos son 4 negocios españoles que han realizado la misma apuesta.

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2btube, los representantes de youtubers

La francesa Fabienne Fourquet y el holandés Bastian Manintveld son los fundadores detrás de esta startup madrileña que se puede definir como un multichannel network, una productora en torno al fenómeno Youtuber.

Tienen cliente, pero el volumen de negocio todavía no es suficientemente atractivo, aunque la apuesta por el largo plazo de estos empresarios se basa en una máxima: “la audiencia está, pero las marcas continúan todavía con su ecosistema de centrales de compras, con sus agencias de medios… Habrá un ajuste en el mercado porque el dinero siempre sigue a la audiencia. Es el fundamento del negocio. Ahora mismo esto no está compensado con un CPM (coste por mil impresiones) interesante, pero sólo puede ir en una dirección: hacia arriba”.

De momento se centran en tres tipos de actividades; por un lado, al estilo de una discográfica o una agencia tradicional, gestión de talento. Por otro lado, tienen un modelo de publicidad con formato branded content que se apoya en youtubers de referencia, y también lanzan canales y formatos propios.

En concreto, ahora mismo tienen cuatro formatos propios: 2bplayers, 2bplanet, Campeones y 2beautiful, que son los que están liderando el crecimiento de la agencia. Es, cuentan, donde está el dinero, aunque también es la apuesta más arriesgada.

En 2btube aseguran que no todos los multichannel network hacen las tres actividades. Tal y como explica Manintveld, “nosotros estamos enfocados hacia la gestión del talento, pero tocamos los tres modelos de negocio. Si te dedicas sólo a branded content, salen 40 productoras de debajo de las piedras sólo en Madrid. Cualquier productora o agencia lo hace ahora. Por eso hemos tenido claro un posicionamiento de branded content con youtubers, ya que te permite ser la referencia para cuando una agencia quiere hacer algo con Youtube”.

Odilo: compartir contenido digital de forma legal y rentable

En un mercado en el que tu competencia sube un 700% los precios a sus clientes en un periodo de cuatro años, Odilo decidió que debía diferenciarse por su modelo de negocio: esta empresa, que permite a las bibliotecas de todo el mundo prestar contenido digital, ha logrado competir en igualdad de condiciones con gigantes de la tecnología. ¿El secreto? Su escalabilidad. La forma de competir es con un modelo SaaS en el que se pague por el uso: si crece el consumo, se paga más, proporcionalmente.

Esta empresa que nació en Cartagena (Murcia) y que tiene ya oficinas en Miami y Nueva York ha desarrollado una tecnología que permite que cualquier editor de contenidos digitales (libro electrónico, audio y vídeo) pueda prestarlos y venderlos, que cualquier biblioteca pública y privada pueda adquirir estos contenidos y luego ofrecerlos en formato de préstamo e, incluso si le gusta al lector, vendérselos.

Odilo también le dio la vuelta al crecimiento empresarial habitual, en el que primero se prueba con uno o varios nichos para luego ampliar el rango hacia una oferta más genérica. Pero a veces el negocio, como en este caso, está en hacerlo al revés: en Odilo probaron con el mercado genérico para, una vez demostrado el modelo, atacar distintos nichos.

El cofundador de Odilo, Rodrigo Rodríguez, lo explica así: “Lo habitual es arrancar con algo muy genérico y luego ir hacia un nicho concreto. Nosotros hemos hecho el camino inverso. Ahora acabamos de lanzar un nuevo marketplace que permite a cualquier institución comprar contenido para ofrecérselo a otro. Hemos pasado de trabajar con bibliotecas públicas a hacerlo, también, con universidades, colegios públicos y privados, asociaciones y colegios profesionales, ayuntamientos… Nuestro crecimiento viene de poder ofrecerlo a cualquier sector. Desde el genérico hemos ido al especializado (por ejemplo, la asociación de bibliotecas religiosas). También hemos entrado en el sector médico, en arquitectura…”.

Empezaron por las bibliotecas públicas (por ejemplo, en la actualidad trabajan para el sistema de bibliotecas públicas de tres estados en Estados Unidos), ampliaron a sistemas públicos de bibliotecas, universidades, ayuntamientos y colegios profesionales.

SOM Biotech: Reposicionamiento de fármacos

En el sector farmaceútico, buscar nuevas aplicaciones a fármacos ya conocidos recibe el nombre de reposicionamiento. Después de 22 años trabajando en el sector, Raúl Insa se topó con un software capaz de identificar estas nuevas aplicaciones, y no dudó en que había encontrado una oportunidad de mercado.

“Long game”, o la apuesta por el largo plazo en los negocios

Junto con sus socios, Insa compró la tecnología, y después llegó la fase más complicada en cualquier proyecto: convertir la idea en negocio.

La primera decisión que había que tomar era si querían que fuera un producto o un servicio.

Cuando arrancamos pensamos: en la farmacia hay aproximadamente 5.000 fármacos y tienes más de 150.000 enfermedades. ¿Por dónde empiezas? Porque está claro que no puedes abarcarlo todo. Arrancamos con una idea teórica: podremos trabajar en 25 proyectos anuales, podremos trabajar con 20 principios activos, podremos patentar 18, de ellos nos quedaremos con 12, y seremos capaces de vender seis… esa idea la tuvimos que cambiar porque el mercado no sólo demandaba que identificaras un producto que funcionara con otra enfermedad, sino que también avanzaras en el desarrollo y llegaras a la prueba de concepto clínico en humanos”, explica Insa.

Foodini: Impresión 3D de comida

El crowdfounding no siempre da como resultado financiación para empresas victoriosas, pero lejos de ser negativo, de esa experiencia se pueden sacar aprendizajes positivos.

Es lo que le pasó al equipo de Natural Machines, el negocio responsable de la impresora 3D de alimentos Foodini.

Tiene más valor lo que puedes aprender de exponerte a tus clientes potenciales antes de salir al mercado, cuando todavía estás desarrollando tu producto, que el dinero que puedes llegar a conseguir. Es una forma de hacer un estudio de mercado. Para nosotros fue muy positivo porque descubrimos que el usuario doméstico quería poder cocinar la comida que imprimiera y nosotros no le estábamos dando un producto que lo hiciera. En la primera versión no se podía cocinar”, explica Lynette Kucsma, cofundadora y responsable de marketing.

Pero éste no es el primer giro de esta startup barcelonesa. Al principio diseñaron la impresora para que funcionara con productos precocinados y con dulces. Pero Kucsma presionó por ampliar el espectro a productos saludables.

Además, se empeñaron en sacar adelante el conceto de “cápsula abierta”. “No hay muchas impresoras de alimentos, pero las existentes se basan en una pequeña cantidad de ingredientes para imprimir… Hay impresoras basadas sólo en chocolate o azúcar, por ejemplo. El modelo de cápsula abierta (de acero inoxidable o plástico de un sólo uso sin BPA) hace que no se limite la cantidad de ingredientes a utilizar. Esto nos permite dar cabida a una amplia gama de gustos”.

Pero todo esto no se materializará hasta que puedan fabricar los prototipos que dejarán en manos de cocineros profesionales en 70 países, para analizar cómo los usan y qué recorrido tiene realmente la máquina. Luego ya pensarán cómo dirigirse al público general.

Fuente Emprendedores