El punto débil de los millennials: inseguros y adictos al trabajo

Que los millennials se están convirtiendo en una fuerza laboral potente es algo que ya nadie duda. Y se tiende a pensar que es una generación que prima la adquisición de nuevas experiencias y el bienestar intangible frente a la estabilidad profesional. Sin embargo, un nuevo estudio asegura que tienen una preocupación desmedida por el trabajo, al punto de describirles como los nuevos ‘mártires’ laborales.

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Un estudio de Project: Time Off, publicado en Harvard Business Review revela que los jóvenes nacidos entre 1981 y 1997 sienten un cierto grado de agobio, sentimiento de culpa y tienen miedo de ser reemplazados.

¿Y dónde tendría esta actitud su reflejo? Según este estudio, los miembros de esta generación tienen serios problemas a la hora de tomarse tiempos de descanso a medio o largo plazo, tales como vacaciones, sintiéndose culpables.

Y yendo un paso más allá, llevan con orgullo el hecho de considerarse como ‘mártires del trabajo’.

El punto débil de los millennials: inseguros y adictos al trabajoSer un profesional de alto rendimiento no implica ser un workaholic. Convertir la necesaria abnegación en una gestión ruinosa del tiempo lleva inevitablemente a la ineficacia, a la depresión y al estrés.

Pero a veces somos nuestro peor enemigo, y la presión laboral es, en muchas ocasiones, autoimpuesta. Sin olvidar que hay ciertos entornos laborales que promueven y recompensan la sobrededicación.

En ellos el workaholic se considera una especie de héroe que llega a convertirse en un modelo para los demás.

Katie Denis, responsable del estudio, explica que muchos millennials «buscaban trabajo durante la recesión y ahora les da más miedo perder su empleo, para ellos lo normal es desenvolverse en una economía débil».

En esta línea, los jóvenes de la Generación Y se toman menos vacaciones porque se sienten inseguros, y les da miedo que eso les haga parecer fácilmente reemplazables. «El 20% teme que esto le cueste su puesto«, asegura Denis.

El estudio concreta que un 48% de los millennials piensa que es positivo ser considerado como workaholic por su jefe, frente al 39% de miembros de la Generación X o el 32% de los Baby Boomers.

Y hasta un 39% de los millennials cree que es positivo ser percibido en el trabajo como una especie de «mártir profesional» por sus colegas, en comparación con el 26% de X y el 20% de Boomers.

Contagio generacional

Las conclusiones de este estudio coinciden de alguna manera con las de otras investigaciones, como un reciente informe internacional realizado por ManpowerGroup, que muestra que los nacidos entre 1981 y 1997 empiezan a contagiarse de las preferencias y valores profesionales que hasta ahora eran comunes a la Generación X.

La generación del baby boom tenía como objetivo trabajar en una empresa prestigiosa toda la vida, la estabilidad y llegar a ascender.

Según la psicóloga Elisa Sánchez, esta mentalidad se caracteriza por el sacrificio por la empresa, la necesidad de obedecer al jefe, el respeto a las jerarquías y a la idea de que «las cosas se han hecho siempre así«.

Y parece ser que las cosas no han cambiado tanto. El informe de Project: Time Off  revela que los millennials valoran y buscan un sueldo y la seguridad en el trabajo por encima de muchos otros factores.

Cerca de un 87% declara como prioridad la seguridad laboral cuando busca un empleo, y un 92% se decanta por la retribución, muy por encima de factores que tradicionalmente se han identificado como típicos de millennials, como la flexibilidad, o que la actividad que se desarrolla tenga un propósito.

Dejando huella

Los nativos digitales quieren «generar impacto», sentirnos útiles, dejar huella, ser imprescindibles.

Estos intereses contrastan con los de los miembros de la Generación X y de la del baby boom, cuando las necesidades estaban más cerca de subsistir, intentar vivir mejor o simplemente tener vida personal.

Según otro estudio de Deloitte, uno de cada cuatro millenials decidirá el año que viene abandonar su empresa o puesto de trabajo.

Para impedirlo, está en la mano de las organizaciones trabajar para entender y adoptar los valores de los millennials, y satisfacer sus ambiciones profesionales.

Fuente Equipos y Talento