Convivencia de generaciones en la oficina

En la mayoría de las oficinas conviven hoy en día empleados pertenecientes a la generación de los Baby Boomers, la Generación X y la Y. Las costumbres laborales y las prioridades de cada uno pueden llegar a convertirse en una traba si la organización no consigue que todos remen en la misma dirección, con el objetivo de avanzar hacia nuevas formas de negocio y clientes.

Esta responsabilidad suele recaer en los líderes de los equipos, que deben de conocer a cada miembro de la plantilla para saber la forma de coordinarlos y motivarlos. De hecho, Encarna Maroño, directora de recursos humanos de Adecco, a través de Expansión, explica que es esencial “tener  identificadas las metas, el papel que ha de jugar cada colaborador, la forma en la que se comunican y cómo serán los desafíos a los que se enfrenten para que la motivación no decaiga”.

Esta labor no es nada fácil puesto que el jefe puede llegar a tener un tratamiento distinto según unos y otros, asegura Mariana Sparta, national business manager de Hays, puesto que “los profesionales de la Generación X se sienten cómodos con las directrices y órdenes, respetan la cadena de mando y saben separar la vida personal de la profesional. La Generación Y da más importancia al aspecto emocional, prefieren hablar de tú a tú y ven al responsable como un coach más que como un líder”.

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Por ello el líder debe de hacer un esfuerzo para evitar este tipo de problemas, ya que como afirma Cristina Morales, consultora de carreras de MOA BPI Group, “el obstáculo surge cuando una generación se posiciona de manera estricta considerando que su punto de vista es el único correcto y minusvalora a los demás o quiere imponer su opinión”.

Aquí la clave deberá ser el conseguir ‘climas de colaboración’, donde los colaboradores sientan que hay comunicación y que cada aportación es importante.

De hecho la presidenta de Be-Up, Pilar Jericó, pone de manifiesto que “la diversidad siempre es rica en procesos de creativos y de innovación”.

Aprender a trabajar con otras generaciones hace que se puedan asimilar buenas costumbres, definiendo el cambio generacional con “aquello que tiene que ver más con el uso de la tecnología, el concepto del poder y con la educación”, explica Jericó. El experto añade que “la flexibilidad mental y la capacidad de aprendizaje serán clave para que el equipo funcione”.

A este respecto Cristina Morales explica que “los Baby Boomers son profesionales de la casa que visualizan su carrera en función del plan de desarrollo que les plantea la empresa. La Generación X es de mente abierta a la diversidad, competitiva, individualista y se debaten en conciliar la vida familiar y laboral. Los Millennials son expertos en tecnología, su comunicación es mayoritariamente mediante las redes sociales, y tienen una alta conciencia social y reivindicativa”.

Según la generación a la que se pertenece existen una serie de rasgos generales que definen a los profesionales.

De alto rendimiento. Los ‘tradicionalistas’, que están jubilados, y que son los nacidos hasta 1945, han desarrollado su carrera generalmente en una misma empresa, a la que han demostrado un alto compromiso y lealtad. Como empleados han delimitado de manera clara su oficio y consideran la educación como la vía para promocionar la vida laboral.  En esta generación las mujeres han tenido poco protagonismo profesional, siendo personas que les gusta poco derrochar y ven las vacaciones como el momento de disfrute.

Se mide el éxito según el nivel de ingresos. Los nacidos entre 1945 y 1965 son los conocidos como Baby Boomers, que se caracterizan por la gran dedicación al trabajo, la capacidad de hacer carrera, un alto compromiso con la organización y una gran valoración del aprendizaje. Si bien el estatus para ellos viene determinado por los bienes materiales que poseen, el éxito lo miden por los ingresos que logran. En esta generación las mujeres comienzan, con optimismo, a acceder a la vida profesional.

Nada garantiza el progreso. Los que han nacido entre 1966 y 1980 son cínicos, incomprendidos, individualistas y rebeldes, y forman la Generación X. Trabajan, estudian porque creen que nada les garantiza el éxito, saben idiomas y se consideran ciudadanos del mundo. Estos profesionales son los que reivindican el equilibrio entre la vida familiar y laboral, postergando las mujeres la maternidad para dar cabida a una carrera profesional.

El ‘statu quo’ condicionado. Los que nacieron entre 1980 y el 2000 son la Generación Y o los millennials, aquellos que sólo han conocido la democracia y le dan menos importancia al dinero, entendiendo la tecnología como algo natural, aunque muchos también han tenido que adaptarse a los avances tecnológicos. Han crecido en una cultura de interactividad, cuestionan el ‘statu quo’, trabajan de día o de noche, hacen balance de su vida profesional y personal, y su compromiso es bajo con las organizaciones.

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