contacto ejecutivo

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Son numerosas las tareas que los altos directivos realizan, sin formar parte de su cargo, como es la generación de contenidos en las redes sociales, que hoy llega a ser imprescindible, aunque sólo sea por tener presencia online. Junto con esta, también se sitúa la labor de fortalecer la agenda de contactos, que en España no se está realizando con el peso que merece, ya que “se tiende a confundir la red operacional de contactos con la red estratégica”, indica Custodia Cábanas, profesora y directora del área de recursos humanos y comportamiento organizacional del IE Business School.

Cuando se habla de red operacional se hace mención a cualquier profesional de forma indirecta y es “la que necesita para poder desarrollar sus labores”. Aquí entran los contactos con los que una persona se relaciona a diario para que su trabajo no se estanque. Son básicamente los compañeros de la organización, subordinados, jefes y profesionales de otras compañías.

Esta agenda, comenta Cabanas, es prácticamente obligatoria para ejercer el cargo pero no funciona como red en un alto directivo “que quiera liderar un proyecto determinado, donde lo importante es tener una red estratégica, que sirve para extender contactos, generar ideas y tácticas y mirar al largo plazo”.

El #mercado y #empleabilidad han cambiado y también la forma de relacionarse con el resto de #profesionales Clic para tuitear

Por eso es necesario ser consciente que “las reglas de empleabilidad han cambiado…y se vuelve vital conocer a gente de otros sectores y otros países para formarse, aprender de ellos y compartir experiencias, más aún cuando nos referimos a altos perfiles”, apunta Nekane Rodríguez, directora general de la consultora especializada en gestión del talento Lee Hecht Harrison.

contacto ejecutivoEsta acción no se realiza en España, explican los expertos porque “las relaciones deben surgir de forma natural, pero alimentar y consolidar una agenda de contactos, es otra parte más del trabajo”. A ello se suma las trabas que la rutina diaria pone en esta labor, siendo el networking una tarea lenta enfocada al largo plazo.

Nekane Rodríguez explica que “muchos altos ejecutivos, centrados en su rutina, descuidan esta parte porque la urgencia del día a día acaba comiéndose todo el tiempo”. Esto se suma a otro error muy frecuente “que tendemos a hablar con estas personas únicamente cuando necesitemos algo concreto y puntual”, “pero es un fallo enorme, ya que una verdadera red de contactos hay que cuidarla y mantenerla aunque no necesitemos nada en ese momento”.

Para su consecución hay que intentar mantener el contacto, “ya sea con un café cada cierto tiempo, o compartiendo contenidos y artículos que puedan resultarle interesantes al perfil en cuestión”.

Para encontrar contactos óptimos se necesita acudir al número máximo de eventos posibles, participar en conferencias, y otros encuentros. Pero una agenda extensa también es ineficaz.

Digitalización

Pero si el mercado y empleabilidad han cambiado, también la forma de relacionarse con el resto de profesionales. En la alta dirección es necesaria una agenda amplia, junto con técnicas para mantenerla, como ahora son las redes sociales y herramientas digitales.

El uso de estas acciones, como recomiendan los expertos, es paulatino, ya que los perfiles de la alta dirección en su mayoría tienen más de 45 años, y no todos se manejan en las mismas.

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