El software: La última tecnología intangible I

El hombre ha desarrollado, a través de la evolución humana, multitud de tecnologías que nos han ayudado a convertirnos en la especie dominante en nuestro planeta.

Podemos pensar en el fuego, en la forja (metalurgia), en la agricultura, en la energía e industria (máquina de vapor), en la construcción, en la caza… campos en los que la tecnología primero resolvió un problema y luego, con su uso continuado, esa misma tecnología nos condicionó la forma de pensar. Por ejemplo, las iglesias románicas eran más oscuras porque no había tecnología para abrir ventanas en los muros que debían soportar el peso de la bóveda, pero en el gótico, las iglesias cambiaron su forma pues gracias a los avances tecnológicos se pudo imaginar un nuevo espacio más iluminado. Del mismo modo, el fuego cambió la manera en que se entendía la alimentación.

De entre las tecnologías que el ser humano ha desarrollado hay tres que entiendo de especial relevancia y diferenciadas del resto: La escritura, el dinero y la última en llegar a este club que es el software.

Digo que estas tres tecnologías (quizás haya más) son diferenciadas del resto porque son absolutamente intangibles, es decir: son tecnologías basadas en un marco o código teórico, en el que la población acepta el convenio de usarlas de modo compartido y que no tienen un soporte físico propio.

En este artículo hablaremos de las tres, pero especialmente del software por tratarse de una tecnología que aún estamos intentando comprender por ejemplo en su aplicación a las Smart Cities o al Internet de las Cosas.

En cualquiera de los tres casos, la repercusión de cada una de las tecnologías genera cambios en la sociedad mucho mayores que los efectos visibles.

Las tres tecnologías intangibles

El software: La última tecnología intangible ISobre la escritura podría pensarse que es puramente comunicación, ese sería el efecto visible. Sin embargo analicemos un poco más en profundidad esta tecnología intangible: Es intangible puesto que es un conjunto de reglas que pueden ser aplicadas sobre casi cualquier soporte, así podemos escribir en la arena con un dedo o en la cabeza de un alfiler con un laser, o sobre una piedra con un cincel o sobre una tabla de arcilla con un punzón… Pero su efecto no sólo es la comunicación. El lenguaje escrito, desde la prehistoria, ha servido para dejar un legado, para organizar una población, para influir en la sociedad con ideas, reglas, leyes que han jerarquizado esas sociedades o que las han influido en sus conductas. Por poner un ejemplo que cambió la evolución humana podemos hablar del código de Hammurabi.

La tecnología del dinero también tiene un efecto visible: sustituye el valor de un bien. También es una tecnología teórica o intangible porque ese valor corresponde a un convenio y unas reglas de cambio y valoración aceptadas por la sociedad. Y no tiene soporte físico preestablecido ya que puede plasmarse en moneda, cheque, tarjeta de crédito, un número en la cuenta corriente, monedas electrónicas… El efecto visible de intercambio de bienes y servicios por dinero es evidente, pero también ha habido cambios radicales en la sociedad desde la aparición de esta tecnología: el comercio sufrió una revolución al no tener que llevar mercancías para el trueque, aparecen los bancos, los préstamos, las pensiones, los ahorros (no es perecedero), sólo por mencionar algunos conceptos basados en esta tecnología que cambiaron definitivamente también los modos de organización social de los humanos.

Y ahora acaba de llegar (aunque llevemos algunos años inmersos en ella) la última tecnología con base únicamente teórica o intangible: El software.
Podemos decir que el software tiene un inicio muy rudimentario (como es lógico) durante la segunda guerra mundial, pero siempre ligado al hardware que lo soportaba. Así aparecieron máquinas como la “enigma” frente a la que apareció la máquina de “Touring” para descifrarla, casos en los que hardware y software eran indisolubles. Pero el software ha acabado desligándose de su soporte físico sólo a partir de las últimas dos décadas. Así podemos convenir que el inicio de esta tecnología como intangible tiene su comienzo a finales de los 90 y también podemos apreciar que cada vez se usa menos como herramienta para resolver problemas actuales y más como modo de pensar y de proyectar hacia el futuro.

En estos momentos, con sólo veinte años de desarrollo, es aún una tecnología que tiene claros efectos visibles, pero aún no llegamos a comprender los otros efectos ocultos, aunque intuimos que serán transformaciones radicales de la sociedad, al igual que antes lo fueron el dinero y la escritura.

Hoy, el software, después de haberse desligado del hardware específico que lo soportaba en sus inicios, también es ahora un marco o código teórico, intangible, sin soporte físico y que se puede aplicar sobre casi cualquier hardware.

El software: La última tecnología intangible ILos inicios de la separación entre hardware y software fueron debidos a la información y los datos que se obtenían. Estos datos fueron útiles en el mundo de la industria y allí empezaron a usar el software de manera desligada al hardware. Después se ha ido implicando en los negocios, en los usuarios, en toda la sociedad… y ahora incluso en las cosas.

Los efectos visibles del software son innumerables: podemos trabajar, comunicarnos, realizar compras, aprender… Es una herramienta muy poderosa para resolver nuestros problemas actuales. Pero hay efectos ocultos de los cuales empezamos a ver su relevancia en términos de cambio de hábitos, conductas y organización de la sociedad (o quizás habría que decir “de la civilización”).
Por lo tanto tenemos ahora que estudiar cuáles son los efectos visibles de esta tecnología, los pequeños indicios que son apreciables y medibles para poder intuir qué efectos actuales y futuros están ocultos y así aprovechar las oportunidades que nos brinda y controlar hacia dónde nos hará evolucionar como civilización.

Dados los antecedentes con la escritura y el dinero, parece claro que esta tecnología va a devenir en una revolución, por lo que es preferible estar preparados y controlarla para que esos cambios que están llegando se transformen en oportunidades.

Esto lo veremos en el siguiente artículo.