7 grandes problemas que están causando los algoritmos en el mundo

Los algoritmos han revolucionado nuestras vidas, y lo abarcan prácticamente todo: desde los resultados de los buscadores de Internet y redes sociales, hasta los sistemas de seguridad de nuestros Smartphones y tarjetas de crédito. Pero, ¿puede ser que les estemos otorgando demasiadas funciones?

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En muchos casos, esos códigos matemáticos están pensados para facilitar nuestra vida, realizando tareas informáticas más o menos complejas que antes tardaban mucho tiempo en resolverse.

Los algoritmos han venido, por tanto, a organizar muchas situaciones caóticas. Permiten acabar rápido con las tareas cotidianas y ser más eficaces. También pueden ayudarnos a encontrar pareja, trabajo, reconocer rostros, tomar fotos, enviar emails o ubicarnos en un mapa.

7 grandes problemas que están causando los algoritmos en el mundo«Todo lo que la gente hace y ve en la web es producto de algoritmos. Y están emergiendo nuevos algoritmos de autoaprendizaje y autoprogramación«, explican los expertos del centro independiente de investigación Pew Research Center, con sede en Washington D.C., EE.UU.

Pero los algoritmos también tienen un lado oscuro y no siempre el cambio que conllevan es positivo, especialmente si les otorgamos demasiado control sobre la toma de ciertas decisiones. Como ejemplo, estos son algunos de los problemas que los algoritmos están ya causando en el mundo.

– La perturbación de los mercados financieros. En octubre de 2016, la moneda británica cayó descontroladamente frente al dólar en los mercados asiáticos. Fue el mayor descenso de la divisa desde el voto del Brexit y se debió, en parte, a operaciones computarizadas que funcionan con algoritmos, según los especialistas de Pew Research Center.

Es decir, en aquel momento había pocas personas en el mercado, y las operaciones estaban siendo realizadas, mayoritariamente, por algoritmos.

– El fomento de los discursos de odio en internet. Hace casi un año, Microsoft creó Tay, un programa informático para mantener conversaciones con usuarios de Twitter. Pero el experimento salió por un lado que sus creadores no esperaban, ya que el bot comenzó a emitir comentarios racistas y xenófobos, mostrando su simpatía por Hitler y justificando el Holocausto.

Tay estaba basado en algoritmos que habían «aprendido» a responder a sus interlocutores, a quienes acusaron de «abusar del sistema». Lo cierto es que la apuesta de Microsoft por la inteligencia artificial puso de manifiesto una vulnerabilidad que no había tenido en cuenta.

– La distribución de noticias falsas. Un claro ejemplo de esto es la red social por excelencia: Facebook trató de crear una herramienta para destacar los temas que son tendencia en los muros de los usuarios.

En un primer momento fue un equipo humano el encargado de editar esas noticias, pero la controversia vino cuando fueron acusados de sesgo frente a los conservadores. La decisión de Facebook en ese momento fue dejarlo en manos de los algoritmos, lo cual trajo otro problema: las máquinas no pudieron diferenciar las noticias falsas de las reales.

– El aumento de la desigualdad y la discriminación. Según explica Cathy O’Neil en su libro «Weapons of Math Destruction» (Armas de destrucción matemática), hay ciertos algoritmos «opacos, desregulados e irrefutables» que refuerzan la discriminación.

Esos algoritmos favorecen a los más afortunados y castigan a los oprimidos de diferentes formas, como controlar resultados académicos, clasificar currículos vitae, evaluar a trabajadores, determinar votantes, establecer penas de libertad condicional y vigilar la salud de los ciudadanos.

– El impacto sobre el empleo. La Casa Blanca lanzó el pasado mes de octubre dos informes detallando el avance de los algoritmos y de la inteligencia artificial, además de los planes para gestionar esa realidad.

Dos meses más tarde, emitió un nuevo informe hablando sobre los efectos potenciales de la inteligencia artificial en el mercado laboral y en la economía estadounidense. Un director de recursos humanos puede evaluar 20.000 o 30.000 currículums a lo largo de su vida, pero una máquina podrá llegar a los cientos de millones.

La vulnerabilidad de internet. Por mucho que un algoritmo sea bienintencionado, la vulnerabilidad de Internet hace que éste pueda ser saboteado. Eso fue lo que ocurrió hace apenas unos meses en Estados Unidos, cuando unos hackers atacaron un proveedor de acceso al sistema de nombres de dominio (DNS, por sus siglas en inglés), sobrecargándolo con información y tráfico basura.

El ciberataque provocó la caída de Twitter, Spotify, Netflix, Airbnb, SoundCloud, Amazon y hasta diarios como The New York Times.

– La falta de ética y otros peligros potenciales. En enero, el Future of Life Institute publicó una carta abierta con 23 principios para evitar los peligros de la Inteligencia Artificial. El escrito incluía más de 1.600 firmas, entre ellas la de Steven Hawking, Elon Musk, Ray Kurzweil y cientos de científicos e investigadores de todo el mundo.

Además, la Fundación Knight, el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), la Universidad de Harvard y otras instituciones crearon el Fondo para la Ética y Gobierno de la Inteligencia Artificial para “identificar problemas, ayudar a determinar quién los decide y abordar perspectivas sobre cómo sacaremos el mejor provecho a la inteligencia artificial para beneficiar a la sociedad y minimizar su daño potencial«, tal y como explicó Alberto Ibargüen, presidente de la Fundación Knight.

Fuente BBC