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Son muchos los retos importantes a los que las organizaciones deben hacer frente con la llegada de la revolución digital, con nuevos conceptos que van apareciendo en las empresas, como son el cambio en la cultura organizacional, la automatización, simplificación o agilidad.
Para abordar el proceso de transformación digital, un aspecto fundamental es ir paso a paso superando las barreras que puedan encontrarse por el camino, pero con la velocidad necesaria para que en cada una de las fases las soluciones de negocio se pongan en marcha lo antes posible.
Decálogo para no perderse en el proceso de transformación digital Clic para tuitear
Para conseguir la eficiencia y el crecimiento empresarial, desde VASS ofrecen un decálogo con diez puntos para no perderse en dicho proceso.
– Involucrar de manera constante a los departamentos de negocio, desarrollo y operaciones, de manera que las soluciones se pongan rápidamente a disposición del cliente.
– Realizar una revisión de aquellos procesos que forman parte del ciclo de vida del software, para que se equilibre el desarrollo con la implementación y el lanzamiento. Aquí resulta esencial trabajar de manera conjunta, a nivel de negocio y de desarrollo, desde las áreas que componen la compañía.
– Trabajar para que los procesos se simplifiquen, homogeneizando el proceso mediante su análisis y documentación. Con ello se conseguirá alinear a los integrantes para que el negocio sea más ágil.
– Control de calidad. Fundamental para saber el estado de las soluciones en su ciclo de vida, así como en su producción.
– Automatización de procesos. Tras ser normalizados y homogeneizados se buscará automatizarlos, expandiendo el software y midiendo la calidad.
– Despliegue continuo. Una vez se automatice, será fácil comprobar cómo la solución se va desarrollando por si sola y cumpliendo los estándares de calidad de manera transparente.
– Poner en orden los objetivos de negocio. Para rentabilizar el negocio se deben alinear sus objetivos, perfilando las prioridades y focalizando el esfuerzo para su consecución.
– Implicación del equipo. La transformación digital suele ser un esfuerzo de una importante envergadura que intrínsecamente conlleva cambios internos en la organización. Por este motivo, toda la plantilla debe estar involucrada para ser consciente de dichos cambios.
– Orientación hacia la consecución de resultados. Si se consigue se cambia la percepción de la organización que deberá estar enfocada en el cliente, mejorando el negocio e incrementando los ingresos, al mismo tiempo que los costes se reducen.
– Disfrutar de una situación ventajosa. Tras la puesta en marcha de los pasos anteriores, donde se define el objetivo de negocio, la producción, se alinean departamentos y se desarrollan los manuales, ahora lo que queda es el resultado final de crecimiento, eficiencia y agilidad.
