Una de las claves de la creatividad es el entorno. Los espacios de trabajo deben fomentar la movilidad de los empleados para mejorar la productividad y las relaciones entre compañeros.
La #creatividad y la #innovación se encuentra en los espacios abiertos Clic para tuitearTiempo de Lectura: 2 minutos
Conexión y colaboración para el desarrollo
Al mismo tiempo que crecen las oportunidades y posibilidades tecnológicas, tanto para los individuos como para las organizaciones, crece también la tendencia a la desconexión. Una tendencia que gana adeptos, atemorizados por el impacto negativo que la tecnología está teniendo en sus vidas, sus relaciones o, incluso, ellos mismos.
Martjin Roordink, cofundador y director global de Spaces, una empresa que ofrece entornos creativos de trabajo, aboga por aprovechar dichos avances para disfrutar de la flexibilidad laboral y mejorar la eficiencia. Sin embargo, recomienda evitar un uso excesivo de la tecnología que distraiga de un propósito mayor.
La creatividad es esencial hoy en día para todas las organizaciones. La creatividad trae consigo innovación, y ésta a su vez, nuevas oportunidades de negocio. Para fomentar todo esto, es imprescindible apoyarse en la colaboración. Eugen Miropolski, director general de WeWork en Europa, Israel y Australia, propone trasladar el espíritu de los bares y las cafeterías a los espacios de trabajo para recuperar las conexiones humanas. “El sentimiento de comunidad fomenta la colaboración, que produce nueva energía, nuevas ideas y, en última instancia, da sentido y significado a lo que haces”.
Los seres humanos dependen de un contexto: del entorno, de las personas que nos rodean, del momento histórico, etc. Por eso, el lugar en el que el empleado desarrolla su trabajo es tan importante. Las oficinas son el espacio con el que cuenta la empresa para crear un ecosistema que represente su propia filosofía.
La importancia de los espacios
El error hoy en día se encuentra en que las compañías buscan trabajadores creativos, pero los espacios que ofrecen para desarrollar las tareas y funciones está organizado y distribuido para que todos trabajen de la misma manera. Así opina Teo Manzano que, además señala que “también podemos compartir el conocimiento en tiempo real gracias a pizarras digitales, pantallas o proyectores, los dispositivos electrónicos tampoco deben convertirse en nuestros enemigos”.
En los últimos años, la tendencia en cuanto a entornos laborales ha pasado de espacios cerrados e individualizados a la apuesta por los espacios abiertos, en busca de la conexión entre personas y la compartición de ideas. Así se reducen procesos habituales de grandes empresas tradicionales, como la acumulación de correos electrónicos. En cambio, en el lado negativo, este tipo de oficinas favorece las interrupciones y las distracciones.
Manzano propone asignar un espacio a cada actividad. “El espacio te ayuda si ubicas en él el tipo de tarea que quieres realizar, incluso si quieres desconectar y buscas inspiración. Si el entorno es capaz de dar respuesta a las necesidades que tengas en cada momento concreto, contribuirá a que la innovación surja de manera más fluida”.
A pesar de todo esto, una evolución en los espacios no dará sus frutos si no hay , detrás, una transformación en la cultura empresarial y una apuesta por la innovación adoptada por toda la organización.
Fuente El País
