experiencia del alumno

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La transformación digital en el ámbito educativo se basa fundamentalmente en cuatro ejes estratégicos principales, como son el Cloud, Mobile, Internet de las Cosas y Social, que tienen la innovación como eje en común.

Así lo explica el estudio “eEspaña – La transformación digital en el sector educación”, presentado por la Fundación Orange y elaborado por Evoca, que pone en relieve las buenas prácticas del sector en esta materia.

Actualmente el aula puede trasladarse a cualquier rincón del mundo donde llegue Internet, por lo que las empresas educativas e instituciones de este mercado deben esforzarse en adaptar sus iniciativas y metodologías a la nueva realidad digital.

La “experiencia del alumno” en la transformación digital de la educación Clic para tuitear

En educación, las principales tendencias que rigen la transformación digital son:

– La hibridación tecnológica y metodológica. Un cambio totalmente disruptivo en la educación, ya que las nuevas tecnologías no sólo mejoran el aprendizaje, sino también la experiencia del alumno.

Se trata de iniciativas que estimulan y animan a seguir con el proceso de aprendizaje en un entorno multicanal.

– Educación móvil o ubicua. En inglés ‘m-learning’ y ‘u-learning’, conceptos que nacen del ya obsoleto “e-learning”, y que hacen referencia a la capacidad de estudiar a través de la red, en el lugar y momento que se desee, mediante dispositivos móviles.

La “experiencia del alumno” en la transformación digital de la educación– Dispositivos en el aula. Bajo las siglas BYOD (Bring Your Own Device), una de las tendencias más extendidas es la entrada de dispositivos móviles en el aula. Esta conexión permite a los alumnos disponer de contenidos más interactivos y visuales.

– Uso de objetos inteligentes. Además, tanto fuera como dentro del espacio físico de aprendizaje, los wearables permiten la creación de una base de datos que engloba todo el proceso educativo. Su análisis hace posible que los distintos agentes del sector puedan interactuar entre sí para la creación de nuevos productos y servicios.

– Big Data y Learning Analtytics. Precisamente de esa cosecha previa de datos nacen estas herramientas, mediante las que se utiliza la información que el alumno va generando a través de sus actividades educativas online.

– Entornos virtuales para el aprendizaje. Asimismo, la enseñanza también cuenta con espacios personalizados y redes sociales, que resultan muy prácticos para la formación, ya que se trata de entornos que facilitan la colaboración entre sus miembros.

Por un lado, se encuentran las redes sociales educativas sin ánimo de lucro, las cuales facilitan la comunicación entre los agentes que forman parte del sistema. Y por otro los marketplaces, que son los entornos virtuales que engloban este tipo de modelo de negocio. Aquí los usuarios pueden disponer de contenidos, materiales y formación.

– MOOC (Massive Open Online Course). Su facilidad de acceso y su oferta gratuita hacen de estos cursos uno de los principales elementos del entorno digital, con una gran oferta temática.

– Formación inmersiva. Debido al abaratamiento progresivo de tecnologías, como son los dispositivos móviles o las plataformas de realidad virtual, el impulso de productos y servicios online educativos comienza a crecer.

– Cultura ‘maker’. Por último, la innovación ha sido el artífice de la creación de espacios digitales donde la robótica, la impresión 3D o la programación son prescriptores de una nueva cultura de aprendizaje colaborativo. No sólo se trata de espacios alternativos, si no que este tipo de aprendizaje comienza a darse en las propias aulas.

Algunos de los proyectos más destacados por el informe de la Fundación Orange son la plataforma online de aprendizaje adaptativo de Santillana, en colaboración con Knewton; la empresa de formación online Bejob, o Loqueleo, proyecto que fomenta la literatura infantil y juvenil en los medios online, enriqueciendo su lectura a través de las redes sociales.

Fuente Toyoutome