Las innovaciones que salvarán vidas en 2030

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Existen una serie de innovaciones que serán claves para cumplir las metas que los organismos internacionales se han propuesto para la mejora de la sanidad a nivel mundial.

Para el 2030, Naciones Unidas estableció dos objetivos de salud pública, como son reducir la tasa de mortalidad global a menos de 70 mujeres por cada 100.000 hijos nacidos vivos, y acabar con las muertes de neonatos y niños menores de 5 años que pudieron prevenirse.

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La ciencia y tecnología nos trae las diez innovaciones cuyo fin es salvar vidas humanas.

– Nuevas formas de oxitocina. Debido a las complicaciones graves del postparto que producen hemorragias, cada año son cientos de miles de mujeres las que fallecen. Para controlar estas pérdidas de sangre se ha creado el compuesto de la oxitocina que, sintetizada en laboratorios, se trata de un medicamento que no está disponible en zonas remotas por tener que mantenerse en frío y ser inyectado por profesionales de la salud.

Ahora existen nuevas fórmulas que se están probando para poder aumentar su cobertura, siendo fáciles de administrar, y sin necesidad de refrigerar.

– Kits de bajo coste para el taponamiento uterino. Tras el nacimiento de un bebé hay mujeres que sufren hemorragias difíciles de controlar, para lo que el profesional médico utiliza un dispositivo, que es como un pequeño globo que presiona la pared del útero y reduce el sangrado. Su versión menos costosa se puede hacer mediante la vinculación de un preservativo a un catéter, que se infla con agua limpia.

– Detección de la pre eclampsia. Se trata de una condición común que se asocia a la presión arterial muy alta, y afecta al 5% de las mujeres embarazadas. Sin detectarla ni tratarla, ocasiona un trastorno hipertensivo llamado eclampsia, que puede ser letal.

Para detectar una pre eclampsia se están creando métodos con dispositivos portátiles de bajo coste capaces de medir la presión arterial, o bien realizar pruebas con biomarcadores. Con su distribución en los países pobres se podría evitar este tipo de muertes previsibles.

– Resucitadores reutilizables de neonatos. Uno de cada diez recién nacidos necesita ayuda para respirar inmediatamente después de salir del vientre de su madre. Si no se cuenta con ese equipo de reanimación el bebé puede morir. Actualmente existen dos resucitadores reutilizables, pero se está intentando que los costes de producción sean más baratos para que puedan ser más accesibles.

– Antisépticos accesibles para cordones umbilicales. Recientemente y con gran éxito se ha aplicado como antiséptico la clorhexidina, que previene las infecciones del cordón umbilical. Los cientos de miles de bebés que nacen en entornos con pocos recursos mueren por este tipo de infecciones, básicamente por las condiciones de insalubridad y falta de antisépticos. Con este medicamento se espera acabar con este problema.

– Lactancia temprana. Se trata de una de las innovaciones más simples que se pueden dar, ya que tan sólo consiste en educar a las futuras madres que deben aceptar darle el pecho al bebé recién nacido de inmediato.

Aunque es algo que resulta natural en algunos sitios, en otros, bien por tradición, mitos o costumbres al niño lo separan de la madre en el momento de nacer.

Las innovaciones que salvarán vidas en 2030– Herramientas para tratar el agua. Para muchos países en desarrollo, el acceso a agua potable es un problema importante, puesto que la contaminada provoca enfermedades diarreicas, principal causa de muerte entre los niños de menor edad.

Para hacer más fácil la desinfección del agua, o conseguirla más barata, ya se han puesto en marcha nuevas tecnologías que urgen, en especial en territorrios que han quedado devastados por el paso de catástrofes naturales.

– Mejora de los diagnósticos de neumonía. Entre los menores de 5 años la neumonía es una de las principales causas de muerte, por su difícil detección y tratamiento. Para prevenir este tipo de muertes es crucial poder detectar de manera precoz el diagnóstico.

Aunque los monitores de detección ya miden el oxígeno en la sangre, la capacidad respiratoria u otros parámetros, se está investigando cómo fabricarlos para que sean más baratos y funcionales.

– Fármacos contra la malaria. Durante los últimos 15 años las tasas de la malaria han caído cerca del 57%. Sin embargo, hay algunas regiones donde el parásito está desarrollando una resistencia a la artemisinina, que es el ingrediente principal de los medicamentos tradicionales.

Por ello, con la estimación de que esté listo en 2022, la ciencia ya está desarrollando un nuevo medicamento que ataque a las cepas más resistentes, y que sólo requiera una dosis para curar la enfermedad.

– Anticonceptivos inyectables.  De momento este tipo de anticonceptivos sólo están disponibles en entornos clínicos, aunque existe un pequeño dispositivo, ligero y fácil de usar, que permite que se aplique a cientos de mujeres en cualquier centro de salud, e incluso que ellas pudieses auto inyectárselo.

Se trata de darle a las mujeres la posibilidad de tener en sus propias manos la decisión de tener o no hijos, dejar el tiempo que consideren entre embarazos, o por condiciones físicas, mentales, económicas, sociales o por decisión propia, finalmente no procear.

Fuente Innovaticias