10 razones por las que no has alcanzado (aún) tu pleno potencial

Cuando tenías 15 años, imaginabas tu vida a tu edad actual de una forma muy diferente. ¿Te sientes identificado? La frustración laboral está muy vinculada a nuestras aspiraciones profesionales. Tener un objetivo marcado y no lograrlo genera altos niveles de estrés en los empleados. A menudo, la solución se encuentra dentro de la persona en la que se generan esta serie de sentimientos improductivos.

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10 razones por las que no has alcanzado (aún) tu pleno potencialQue muchas veces somos nuestro mayor enemigo en cualquier aspecto de nuestra vida no es nada nuevo, y también en lo laboral.

Así lo sugiere un artículo publicado en INC, que ha identificado las 10 razones que impiden a un trabajador sacarse el mayor rendimiento.

El informe explica que las habilidades y competencias profesionales no sirven de nada si no se enfocan de la manera correcta dentro de la dinámica de trabajo, lo que limita además su capacidad para ascender a nuevos puestos, encarar nuevos retos y mejorar sus retribuciones laborales.

INC explica que son básicamente 10 las “autolimitaciones” que muchos empleados experimentan en su trayectoria laboral:

1. El miedo al fracaso

Los retos laborales son necesarios; solo a través de ellos una persona puede mejorar sus competencias y avanzar dentro y fuera de la compañía. Sin embargo, muchas veces el miedo a asumir nuevas funciones y responsabilidades son los responsables de frenar nuestras aspiraciones profesionales.

2. Estancamiento profesional

Hay que pasar a la acción, no solo quedarse en la teoría. Los trabajadores son los que deben propiciar el cambio, introduciendo poco a poco pequeñas transformaciones en la forma de trabajar, el enfoque, la actitud y la manera de actuar. De esta manera, se propiciará dar pasos cada vez mayores.

3. Falta de objetivos

El empleado debe tener claros sus objetivos: si sabe hacia qué dirección desea encaminar su vida profesional, su frustración tendrá después una base real que poder cambiar después.

4. Darse por vencido

No dar la talla en algo no implica no estar cualificado para otras funciones. Supone un proceso de descubrimiento de esa persona como profesional e implica otro de aprendizaje y desarrollo que no se aprende en la Universidad.

5. Falta de una red de apoyo

Todos en algún momento necesitan de la ayuda de otros para avanzar en sus carreras. Bien sean mentores, líderes o compañeros, los trabajadores pueden aprender mucho de las fortalezas de otras personas.

6. Enfoque negativo

La negatividad es, quizás, la principal barrera mental que algunas personas se imponen. La mayoría de las veces, como consecuencia de una falta de autoestima y del miedo (una vez más) a lo desconocido.

Sin embargo, los beneficios de afrontar las situaciones desde una perspectiva optimista son mucho mayores: además de revertir en una mejora de la autoconfianza, permite una apertura mental, hacia soluciones y nuevas ideas, haciendo más fácil el “desbloqueo”.

7. La ineficacia de lo perfecto

Aunque se tiende a ver el perfeccionismo como una virtud, los perfeccionistas suelen ser personas inconformistas que siempre creen que algo puede ser mejor de lo que es en el presente.

Aunque puede que esto sea cierto, en el mundo empresarial los tiempos se acortan y, a veces, es mejor la calidad frente a la cantidad y la eficiencia frente la perfección.

8. Planteamientos irracionales

Uno debe buscar argumentos sólidos que apoyen sus decisiones, aunque éstos estén guiados por la intuición, pero nunca hay que dar cobertura a las especulaciones y las excusas.

9. Excesiva validación de las decisiones

La indecisión no es un rasgo que se vincule a los líderes natos. Uno debe estar seguro de sus opiniones y tomar las decisiones que considere en base a su experiencia o, al menos, a través de la comparación con varias opiniones. Sin olvidar, eso sí, que la principal opinión es la propia.

10. Trabajo lineal

Por último, el acomodamiento en una determinada posición también suele estar vinculado al estancamiento profesional. La creatividad y el valor son dos elementos que convierten a las personas en imprescindibles y, además, son los que permiten hacer del fracaso una oportunidad profesional.

Fuente Inc.com