El coaching parte de la creencia de que la persona que el coach tiene delante, su “coachee”, tiene dentro de sí todas las respuestas, y su función es acompañarle en el proceso de desvelarlas. En el ámbito de una empresa, esto se traduce en el conjunto de técnicas enfocadas al equipo humano de la compañía, a las personas, para mejorar su motivación y eficacia.
#Coaching empresarial, ¿conoces sus ventajas? Clic para tuitearTiempo de Lectura: 2 minutos
El principal activo de una empresa es su equipo humano, sin distinción de jerarquías.
No importa el nivel de los trabajadores. Todos los miembros de una empresa juegan un papel relevante en la misma, en la medida en que todos pueden, de una u otra forma, repercutir en sus resultados.
En el día a día laboral, las personas pueden encontrarse con problemas que, aunque parezcan menores, pueden echar por la borda el mejor de los proyectos.
¿Qué problemas son esos? Desde un clima laboral tóxico o desmotivación, hasta la falta de pasión por el cliente e incluso por el trabajo que se realiza.
En todos esos supuestos, el coaching puede ser una gran alternativa a la hora de superarlos y conseguir que el equipo humano esté cohesionado y motivado.
Y es que esa es la primera premisa del coaching: la motivación y la actitud. Sin esos dos puntos, es imposible obtener beneficios ni personales ni económicos en una empresa.
El coaching empresarial te permite analizar la situación de tu empresa y buscar soluciones a través de una serie de herramientas de motivación. Lo primero es reconocer que algo no funciona y buscar la salida adecuada.
¿En qué puede ayudar el coaching a tu empresa?
- Identificar el propósito de tu empresa o negocio, aquello por lo que quieres que se te recuerde el día de mañana.
- Te ayudará también a identificar los valores corporativos por los cuales quieres que se rija tu empresa y la gente que forma parte de la misma.
- Serás capaz de fijar los objetivos a medio y largo plazo que quieres que alcance tu empresa.
- Identificarás las claves ganadoras de tu empresa, aquellas que te facilitarán alcanzar los objetivos fijados.
- Crear un ambiente de trabajo donde tu equipo se sienta feliz y por lo tanto dé cada día lo mejor de sí mismo.
- Alinear tus valores personales con los de tu empresa.
- Mejorar la eficacia de tus directivos y tus habilidades de liderazgo.
- Orientar el comportamiento individual hacia los objetivos de la empresa.
¿Es efectivo?
Una encuesta elaborada por la consultoría The Alternative Board afirma que el 81% de los emprendedores han notado el impacto positivo del coaching empresarial en sus negocios.
Según el Harvard Business Review, el coaching se enfoca en el futuro, fomenta el desempeño individual en el contexto empresarial y ayuda a los empresarios a descubrir su propio camino a seguir.
La Stanford Graduate School of Business también apunta que el coaching empresarial también es beneficioso para los recursos humanos, ya que reduce la rotación de personal, a la vez que promueve la atracción de talentos y su aprovechamiento.
Pero sobre todo, aumenta la autoestima y la confianza del coachee, lo que es directamente proporcional a las probabilidades de alcanzar sus objetivos.
¿Se traduce en rentabilidad?
Sin ninguna duda, el coaching es una inversión. La satisfacción laboral suma a la rentabilidad final de la compañía.
Las cifras no mienten. El retorno sobre la inversión (ROI por las siglas en inglés) del coaching empresarial es impresionante.
Una encuesta realizada a 100 ejecutivos de empresas de la lista Fortune 1000 reveló unas ganancias del 5,7% sobre la inversión en coaching empresarial.
La única pregunta que queda por hacer es, ¿estás dispuesto a hacer esa inversión?
