6G conectividad

La implantación masiva de las redes 5G aún está lejos, pero los expertos ya plantean un escenario con redes aún más rápidas.

Más allá del #5G: los expertos ya piensan en el #6G como futuro de la #conectividad Clic para tuitear

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Las redes 5G serán más rápidas que las conocidas hasta ahora y permitirán que el uso de internet no se vea ralentizado cuando se produzcan grandes aglomeraciones de gente. A pesar de que el 5G aún no ha terminado de implantarse, los investigadores de la Universidad de Bremen ya señalan el 6G como el futuro de la conectividad.

Su investigación señala que, aunque las redes 5G son más rápidas que las de 4G, aún presentan algunas limitaciones. En su opinión, las redes 6G podrían lograr velocidades de transferencia de datos de hasta un tera por segundo, lo cual abriría horizontes únicamente imaginados hasta el momento.

La clave reside en que los usos de tecnologías de inteligencia artificial crecerían de forma exponencial. Si la velocidad de transmisión de los datos se multiplica hasta tasas tan elevadas como las que señalan estos investigadores, numerosos dispositivos podrían intercambiar información y datos entre sí de manera ultrarrápida para resolver problemas complejos. Una posible aplicación de estas redes se encontraría en los vehículos conectados, que podrían mandar información en tiempo real de su ubicación para evitar atascos, accidentes o mejorar la eficacia de los sistemas de conducción autónoma.

Para lograr este paradigma, serían necesarios unos niveles más bajo de latencia que los de las redes 5G, es decir, que el tiempo de espera para recibir y enviar información fuera casi imperceptibles.

Así, una red 6G conectada a sistemas de inteligencia artificial podría permitir la difusión inmediata de datos, lo que permitiría una mayor eficiencia en la actuación frente a catástrofes naturales o la activación de protocolos de emergencia sanitaria. Sin embargo, el desarrollo de estas tecnologías, así como el de la inteligencia artificial, trae consigo el debate sobre el control ético de sus aplicaciones y usos.

Fuente LaVanguardia

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