Las compañías de restauración Rodilla y Viena pondrán en marcha dos pruebas piloto para implementar los pagos con reconocimiento facial.
Tiempo de Lectura: 1 minuto
El centro de innovación Payment Innovation Hub de Barcelona, impulsado por CaixaBank, Samsung, Visa, Arval y Global Payments, ha promovido esta solución que emplea tecnologías biométricas que permiten efectuar los pagos mediante el reconocimiento facial de forma automática.
El establecimiento Rodilla situado en el edificio Pier01 de Barcelona, por el que pasan más de 1.000 personas al día, ha sido el elegido para implementar este proyecto piloto. El sistema es pionero en su aplicación fuera del entorno corporativo en España. Por su parte, la cadena Viena también pondrá a prueba la tecnología durante 2019 con un público más heterogéneo.
El Payment Innovation Hub se centra en el desarrollo de soluciones aplicadas a comercios siguiendo la tendencia de pagos ‘invisibles’, es decir, aquellos que buscan simplificar el proceso de compra de los consumidores mediante la realización de pagos automáticos, sin necesidad de tarjeta bancaria.
Joan Morlá, consejero delegado de CaixaBank Payments, pone en valor el papel del centro. «La utilidad y el éxito del hub está en la divulgación y en enseñar cómo podemos acelerar la innovación, cómo ésta se puede traducir en propuestas concretas para nuestros clientes globales».
De cara al presente año, el laboratorio seguirá trabajando en la investigación de modelos de pago, además de incrementar la relación entre empresas emergentes y proyectos fintech, con el objetivo de multiplicar la capacidad de encontrar soluciones aplicadas al turismo, la restauración y la movilidad.
Las compañías impulsoras del centro valoran muy positivamente el contacto establecido con empresas emergentes y la posibilidad de combinar la capacidad de las grandes organizaciones con las ideas y velocidad de trabajo de las nuevas empresas. Además, las compañías implicadas también hacen hincapié en la importancia de crear nuevos métodos de pago que permitan ampliar las opciones más allá del pago físico y que se puedan llevar a cabo a través de la nube. Sin embargo, también advierten de la necesidad de reforzar las estrategias de seguridad para que este tipo de transacciones puedan extenderse en el mercado español en los próximos dos o tres años.
