A la hora de seducir, conectar, fidelizar y atraer al cliente el branding se presenta como uno de los grandes aliados, siendo imprescindible enfocarlo desde una perspectiva crítica. Tanto si el mercado crece como si permanece consolidado, el consumidor necesita ser sorprendido, que le emocionen, y ver novedades, ya que por el contrario es muy fácil que se aburra y tremendamente difícil volver a ilusionarle.

En este mercado hiperconectado uno de los últimos escándalos vividos ha sido el de reputación de marca de la firma Volkswagen, el fabricante alemán que ha vivido una situación sin precedentes.

Si bien el CEO de la compañía en Norteamérica sintetizó la situación con un “la hemos cagado”, lo cierto es que por no decir la verdad y engañar, la marca perdió sólo en las dos primeras sesiones 26.000 millones de euros en Bolsa, teniendo que hacer frente a una penalización de más de 18.000 millones por parte del gobierno de EE.UU.

Como explica el experto en la materia, Andy Stalman, a la firma se le acusa de utilizar un software que falsea las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos, engañando en pruebas donde llegaban a emitir hasta 40 veces más del nivel permitido de contaminación, como aseguró la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Relación directa entre marca y reputación - WolkswagenYa en una situación límite, el ex CEO de la empresa, Martin Winterkorn, antes de renunciar su retirada lamentó “personalmente y profundamente que hemos roto la confianza de nuestros clientes y el público”. Precisamente el ex directivo dio en la clave de la situación, ya que actualmente el mundo se rige por la confianza que el cliente o el público en general deposita en las marcas. Es aquello que las empresas representan a través de su promesa de valor y del cumplimiento de esta.

Cuando la confianza se rompe es muy difícil volver a generarla, y aunque en este caso por la diversificación de firmas que tiene la empresa se minimiza el riesgo, el impacto de esta crisis afectará al resto de marcas del grupo, como son Audi, Porsche, SEAT, Škoda, Bentley, Bugatti, Lamborghini y Scania.

De este conglomerado también vuelve a salir a la palestra hasta qué punto la ética está presente en el mundo de los robots del futuro, ya que sin confianza no existirán marcas exitosas, y sin reputación no hay negocio.

La percepción social alrededor de una firma nace alrededor de la credibilidad, moralidad y fiabilidad, que una sola mentira es capaz de destruir.

La reputación de Volkswagen, y por ende la reputación alemana, han salido muy perjudicadas, algo que para otras marcas se convierte en un camino de oportunidades, que quien pueda sabrá aprovechar.

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