On- Demand Economy
Una oportunidad basada en la tecnología

Este es el primero de una serie de tres artículos en los que se pretende explicar la diferencia entre ‘on-demand economy’ frente a ‘economía colaborativa’, cómo afecta esto al modelo laboral, las posibilidades y oportunidades que se abren, así como la necesidad de regular.

¿Qué es on-demand economy?

‘On-demand economy’ o economía bajo demanda, es la evolución de la ‘economía colaborativa. Consiste en generar el producto o servicio sólo una vez realizada la compra por parte del consumidor.

Las empresas ‘on-demand company’ encuentran a sus trabajadores y proveedores de entre los freelances o micro pymes que se encuentran ociosos (por el motivo que sea) en un momento y lugar determinado.

Así pues, una ‘on-demand company’ es una plataforma de intermediación. Que con las tecnologías de hoy en día basadas en smartphones, en aplicaciones y en hiperconectividad, tienen muy bajos costes al realizar la coordinación necesaria para suministrar el producto/servicio.

Podría pensarse que Uber o Airbnb o BlaBlaCar son ‘on-demand companies’, pero de momento aún no lo son porque deben añadir un concepto: La profesionalidad de los freelances que dan el servicio o producto. En las plataformas de economía colaborativa, personas, no necesariamente profesionales, se ponen en contacto e intercambian o comparten. Así pues, on-demand ecnomy’ va más allá de la economía colaborativa por el valor añadido de la profesionalidad de los trabajadores. Y esto presenta muchas interrogantes sobre cómo se afrontarán las modificaciones legislativas e impositivas necesarias.

Las nuevas oportunidades basadas en la tecnología

Desde 2000 ya han aparecido multitud de empresas bajo este concepto. Así, es posible encontrar servicios de abogados, programadores de todo el mundo, consultores, ejecutivos de interim management…

Las empresas creativas le dan una vuelta más al concepto. No demandan bienes o servicios, sino ideas y sólo pagan por aquellas que encuentran interesantes.

UberY algunas permiten a los clientes publicar qué tarea necesitan cubrir y el precio que están dispuestos a pagar. Después los freelances eligen qué tarea hacer.

Seguramente Uber sea el modelo en el que todos pensamos y gran cantidad de emprendedores buscan convertirse en el “Uber de lo que sea que se les haya ocurrido”. Así, ya han surgido multitud de startups que han puesto en el mercado distintas apps para encargar la compra, para lavar la ropa, para comprar flores, para contratar un secretario personal para alguna gestión administrativa concreta, para mandar a alguien a comprar un regalo de último minuto…

Sin duda, puede ser una inversión atractiva para aquellos que quieran entrar con un capital que no se va a gastar en stocks ni activos, sino en ampliar mercado y mejorar tecnológicamente una plataforma.

El auge de ‘on-demand company’, bajo mi punto de vista, está creando dos especies distintas de profesionales unidos por la tecnología, es decir, estas empresas ponen a profesionales con dinero y sin tiempo en contacto con profesiones sin dinero y con tiempo.

Este planteamiento puede resolver el problema de muchos, pero también crear problemas a otros: Usar los Smartphone (en cualquier momento, en cualquier lugar) para entregar bienes y servicios es un reto para las empresas estructuradas según el capitalismo del siglo XX y tendrán que replantearse estrategias y carreras profesionales de sus empleados.

En el siguiente artículo veremos cómo los freelances están estructurando las compañías y las carreras profesionales, cómo parece que es el momento adecuado para comenzar a aplicar nuevas políticas que favorezcan este modelo a la vez que coexiste lealmente con los anteriores modelos.