biométrica

Esta es una era digital y el uso de teléfonos móviles crece exponencialmente, al igual que la dependencia por parte de los usuarios.

La #biométrica y el fin de las contraseñas tradicionales #ciberseguridad Clic para tuitear

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Fidelización a través de la seguridad

Un estudio de GSMA, estima que habrá 5.700 millones de móviles en el mundo en 2020. Por su parte, Ericsson afirma que la gran mayoría de esos dispositivos serán smartphones, que en el primer cuatrimestre de 2017 supusieron el 80% de la adquisición de móviles en todo el mundo.

Sin embargo, el uso y utilidad de los smartphones está cambiando. Reservas, compras o transacciones bancarias son las actividades más comunes que se realizan a través de estos dispositivos. Aplicaciones wallet como Apple Pay, Samsung Pay y Android Pay, han despegado. Mejoran la comodidad del usuario, ya que permiten pagar a través del móvil, pero suponen el blanco perfecto de cibercriminales en busca de datos personales.

La gran mayoría de estas aplicaciones requieren la información de una tarjeta de crédito y datos personales y, en consecuencia, aumenta también el miedo acerca de la seguridad. Dichas preocupaciones se convierten a su vez en una oportunidad para compañías tecnológicas y de telecomunicaciones, que pueden ganarse la confianza de los clientes ofreciendo formas de identificación más sencillas y seguras. Es decir, pueden lograr fidelizar a sus clientes a través de la protección de sus datos.

Biométrica, el futuro de la identificación

Las contraseñas tradicionales, por tanto, se están quedando obsoletas, puesto que las innovaciones tecnológicas recientes han permitido el desarrollo de sistemas de autenticación mucho más seguros e impenetrables.

La biométrica es la gran tendencia en seguridad actualmente. La autenticación biométrica posibilita que el usuario confirme su identidad a través de sus rasgos y características biológicas, como una huella dactilar, la retina o el reconocimiento facial. Los sistemas basados en biométrica complican las posibilidades de robo y anulan por completo que la contraseña caiga en el olvido.

El lector de huella dactilar es la opción preferida por las compañías de telecomunicaciones, aunque la otra gran alternativa es el reconomiento facial. Mastercard, por ejemplo, ya ha introducido esta herramienta en sus bancos de EE.UU, Canadá, Holanda o Reino Unido. Por su parte, Apple ha introducido el reconocimiento facial como opción para desbloquear el nuevo iPhone X.

El reconocimiento de voz también cuenta con el respaldo de diversas entidades, como Barclays, que en 2016 se convirtió en el primer banco en ofrecer este servicio a clientes que accedían a su cuenta bancaria desde el móvil.

Sin embargo, antes que los desarrollos tecnológicos, la mejor forma que tienen las empresas de ofrecer seguridad a sus clientes es informándoles. Los consumidores deben contar con la información necesaria para tomar decisiones que prevengan el fraude y mejoren la seguridad de sus dispositivos. Si las telcos ofrecen consejos y asesoramiento en esta materia, reforzarán su reputación e imagen de marca frente a clientes existentes y potenciales.

Fuente Affinion