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Las empresas tradicionales abrazan el cambio tecnológico y la transformación digital, pero denuncian el desequilibrio regulatorio que favorece a los cuatro gigantes digitales.

El imperio GAFA y el poder de la #información digital #mercado Clic para tuitear

GAFA: Google, Amazon, Facebook y Apple

Según datos de la consultora McKinsey, la revolución actual está siendo diez veces más rápida que la que generó el uso del vapor y está afectando a una base poblacional 300 veces superior. Por lo tanto, se estima que su impacto será 3.000 veces mayor.

Sin embargo, el verdadero potencial de las tecnologías en auge, como la inteligencia artificial, la automatización o el IoT, está en los datos. Información que ahora mismo acaparan las plataformas globales como Amazon, Google, Facebook y Apple, empresas con millones de clientes en todo el planeta y cuyos servicios cada ves se encuentran más diversificados.

Es el llamado imperio GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple). Su consolidación reside en la acumulación de datos y la tecnología para hacerlos rentables. Dichas compañías cuentan con la información personal de millones de clientes y vías para comunicarse directamente con ellos. Además, cuentan con infraestructuras tecnológicas muy potentes (cloud, Big Data, automatización, etc.), una sólida salud financiera, capital y talento humano y un concepto de marca muy consolidado.

Julio Juan Prieto, managing director de Comunicaciones, Medios y Tecnología de Accenture, asegura que “la lista de las cinco empresas más grandes del mundo cambió en cuestión de diez años. Exxon Mobil, General Electric, Citigroup y Shell Oil se quedaron fuera. Únicamente permanece Microsoft con Apple, Alphabet, Amazon y Facebook. La mayor parte de las empresas de la lista actual son negocios de plataformas y estas empresas nativas digitales han transformado la cadena de valor”.

Una regulación necesaria

Por lo tanto, el mercado se rige por los datos, que sirve de abono para la creación y nacimiento de nuevos modelos de negocio y emprendimiento basados, principalmente, en la capacidad de predicción. Las empresas tradicionales se suben al tren de la digitalización pero alertan del desequilibrio regulatorio actual.

Por su parte, el imperio GAFA asegura que no está entrando en nuevos modelos de negocio, sino que éste ha cambiado. Anaïs Figueras, directora de comunicación de Google, asegura que “que estemos trabajando en el prototipo de un coche sin conductor significa que lo necesitamos para hacer pruebas y ver qué es lo que funciona técnicamente y qué no, para que luego las empresas de automoción puedan producir modelos en base a esa tecnología. Que, dentro del buscador, si escribes «vuelos a Turquía», puedes encontrar vuelos que ofrecen las compañías, es para que el usuario, de manera rápida, pueda conectar con aquello que está buscando, no porque queramos ser una agencia de viajes”.

Sea como sea, el reto de la regulación se hace necesario y apremiante. La Comisión Europea está poniendo en marcha acuerdos comerciales para fijar normas en el terreno del eCommerce y el flujo de datos transfronterizos, así como nuevas formas de proteccionismo digital.

Fuente ABC