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Si algo es evidente en el mercado actual es la necesidad de renovación permanente: poco importa el dominio que se tenga de un sector determinado; si ese sector cambia y la empresa no se sube al tren de los nuevos tiempos quedará desfasada. La transformación digital se impone como uno de los ejes principales de cualquier estrategia empresarial.

En los últimos años la tendencia más consolidada es el eCommerce. Las cifras del último estudio de CNMC hablan por sí solas: el eCommerce creció en España un 26% en el año 2015 y alcanzó un volumen de negocio próximo a los 20.000 millones de euros.  Conscientes de esta perspectiva, las empresas no quieren quedarse sin un trozo del pastel digital.

El caso de Correos, la compañía ofrece una amplia oferta de servicios relacionados con la compra online, que abarcan, desde los novedosos a los más tradicionales. Su director de Estrategia y Desarrollo de negocios, Óscar Medina, explica que «al principio, nuestra afinidad hacia este mercado era menor, ya que era una época en que la actividad postal estándar tenía mucho volumen y generaba beneficios importantes. Pero, a medida que llegaron la crisis económica y la sustitución electrónica, vimos que el volumen de correo postal que había antes ya no se iba a volver a recuperar”. Se impuso, por tanto, la búsqueda de alternativas:  la redefinición que Correos ha hecho de sus servicios, y la potenciación de su factor comercial, han conseguido dar a conocer a los clientes sus servicios de paquetería online como la solución a problemas de logística. Ello ha supuesto un notorio crecimiento de su actividad.

@Correos: nuevos servicios de paquetería gracias al Big Data Clic para tuitear

La novedad más importante de Correos es Correospaq, un servicio que permite la recogida de paquetes procedentes de ventas online en varios terminales físicos. Esta iniciativa se orienta en dos direcciones: el espacio público (Citypaq) y los domicilios privados (Home Paq). En el caso de Citypaq, los terminales está siendo distribuidos por espacios públicos de Madrid y Barcelona, como son las estaciones de cercanías, ferrocarril,  centros comerciales y centros empresariales de gran tamaño. Para que un usuario reciba allí su paquete basta con que seleccione dicha opción en el eCommerce en el que ha efectuado su compra.

En caso de que la web no esté asociada al programa Correos, el usuario puede seleccionar dicha opción desde la aplicación Correospaq, que le mostrará un mapa con los puntos de recogida más próximos. La aplicación lanzará un aviso a la llegada del paquete y el usuario podrá recogerlo empleando el código de barras generado.

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Big Data y HomePaq

En el caso de HomePaq, los terminales tendrán el mismo sistema de funcionamiento, pero se instalarán sólo en los edificios de vecinos que así lo soliciten. Correos decidirá que bloques de edificios son idóneos para instalar Homepaq mediante el Big Data. La compañía conoce perfectamente que zonas tienen una mayor actividad de recepción y envío de paquetes tras décadas acumulando información.

La implantación de estos terminales se está haciendo rápidamente: si en junio en España había cerca de 500 dispositivos de Citypaq y Homepaq, para el año 2016 se prevé instalar casi 3.000 dispositivos entre comunidades de vecinos, empresas, estaciones de servicio y oficinas de Correos.

Antes no éramos un jugador relevante en el comercio electrónico, pero ahora estamos empezando a serlo, estamos recuperando la posición natural que nos corresponde. No solo por el aumento del ‘eCommerce’, sino también por el de nuestra actividad” dice Medina. La compañía ha dotado a varios de sus centros logísticos de máquinas de clasificación de paquetería para acelerar el proceso. Es por ello que Medina considera que Correos posee una ventaja competitiva gracias a su  filosofía de “conveniencia”. Se trata de jugar con dos deseos de los usuarios: el recibir  los paquetes a tiempo, pero también el recibirlos en las mejores condiciones posibles. Aumentar el rango de servicios, tanto en tiempo como en espacio, es la prioridad actual de la empresa para recuperar su posición natural en el mercado.

La economía colaborativa, ¿amenaza?

Las empresas deben vigilar de cerca el auge de la economía colaborativa que, aun no suponiendo una amenaza por el momento, si puede ser un obstáculo en el futuro.  Óscar Medina, sin embargo, lo tiene claro: “La economía colaborativa la vemos como una oportunidad para incrementar nuestros servicios que tengan amplio espacio de cobertura, no como un competidor de nicho” y añade “en el futuro no creo que haya muchos jugadores, sino una integración a través de grandes plataformas, y ese es el papel que nosotros queremos tener. No creemos que sea un enemigo

No obstante, Medina resalta dos posibles problemas en torno a la economía colaborativa: el primero es que parte de un principio de confianza entre los colaboradores. Esto quiere decir que cualquier desconocido podría traernos un paquete, lo que hace preguntarse bajo que condiciones lo permitiríamos. El segundo es que los modelos pueden acabar yendo más rápido que los legisladores, lo que podría derivar en una competencia desleal al vulnerarse la igualdad de condiciones.

Es imposible que en los núcleos urbanos las grandes logísticas se hagan con muchos agentes simultáneos.  Eso no es eficiente, no puede haber 300 vehículos haciendo repartos, ni por ruido ni por emisiones. En el futuro, por tanto, habrá menos vehículos, pero más eficientes en las rutas. Nosotros aspiramos a ser clave para los operadores que quieran usar nuestra plataforma de servicio para actividades de nicho. A medida que crezca el eCommerce, serán necesarios ‘almacenes lanzadera’ en las afueras y pequeños almacenes dentro de la ciudad, y nosotros tenemos toda la infraestructura, así que aspiramos a dar soporte a estas compañías” concluye.

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