El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado en el Plan de Control que la Agencia Tributaria dirigirá una parte importante de sus actuaciones este año hacia los sectores que manejan dinero en efectivo, por lo que ampliará el control sobre empresas que vendan directamente al consumidor final.
Con el objetivo de combatir la economía sumergida, la Agencia analizará la facturación y medios de pago empleados, tras ser alertada por entidades financieras de que las operaciones en efectivo han superado los 2.500 euros de límite.
Por otro lado, se acentuará la vigilancia sobre los alquileres y cesiones de forma opaca de viviendas por Internet, incluyendo por primera vez en sus planes de control a las empresas turísticas regulares que no cumplan sus obligaciones fiscales, sobre todo en el pago de la importación de bienes (IVA).
A ello se le suma la especial atención que se dirigirá a la economía digital, incentivando las actuaciones sobre aquellas empresas relacionadas con el comercio electrónico, así como sobre aquellas que alojen sus datos en la nube.
De esta manera, la Agencia Tributaria realizará más comprobaciones de la tributación de los negocios que operan a través de Internet, así como los beneficios de las organizaciones que publiciten bienes y servicios en la red.
Según los datos aportados por el director de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, las actuaciones contra el fraude fiscal en 2015 obtuvieron unos resultados ‘históricos’, alcanzando los 15.664 millones de euros, un 27,2% más que en 2014.