Llega la reinvención de la entrega exprés en el mercado logístico

Con el móvil como herramienta esencial, muchas compañías buscan reinventar el mercado de la logística del último kilómetro, con la intención de convertirse en nuevos intermediarios de la entrega ‘inmediata’ en las grandes ciudades.

En España son varios los actores que en los próximos meses traerán novedades al segmento de la logística, permitiendo que los servicios de entrega se reduzcan hasta incluso a 30 minutos desde que se pulsa el botón de comprar. Para hacer más rápido y efectivo el proceso, el cliente y el mensajero pueden estar en contacto con aplicaciones móviles, sin requerir de stock de productos ni almacenes.

En los últimos meses han sido casi 30 millones de euros los invertidos por fondos de capital de riesgo e inversores que creen que existe un hueco en la logística que cubre los últimos tiempos de entrega en un tiempo récord.

Uno de esos modelos aterrizó en febrero de 2015 en el mercado de manos de Sacha Michaud y Óscar Pierre. Se trata de Glovo, la primera plataforma de mensajeros profesionales que compran y entregan cualquier tipo de pedido en menos de una hora. Tras su puesta en marcha, la compañía crece por encima del 20% mensual, convirtiéndose con el tiempo en un pequeño centro comercial móvil, donde cobran una comisión de venta por cada producto de los retailers tradicionales, como El Corte Inglés.

Similar a Glovo es Jinn App, que fue fundada por tres jóvenes españoles y para su expansión han conseguido una última ronda de financiación de 6,5 millones de euros, con la previsión de que en los próximos meses aterrice en Madrid o Barcelona.

Precisamente en la ciudad condal nació el año pasado Stuart, compañía que comenzó fuera de España con un particular servicio, ya que sus clientes son principalmente empresas. Tras haber experimentado en París, esta semana la firma ha anunciado su lanzamiento en Barcelona.

A ella se unen otras empresas que decidieron apostar por la entrega de comida a domicilio como son Deliberry, Delsuper o Comprea, operadores que tratan de hacerse un hueco en este incipiente mercado.

Todos estos modelos de negocio tienen como precedente a Postmates. La empresa estadounidense se fundó en 2011 y actualmente está valorada en más de 600 millones de dólares, tras recibir cerca de 140 millones en financiación. Tras su consolidación en EE.UU. ahora aterriza en Londres, primera parada del mercado europeo, donde seguramente España entre en sus planes.

Para su crecimiento estas firmas necesitan importantes cantidades de capital, algo con lo que de momento cuentan por parte de los inversores.

Así los fundadores de Wallapop, o Bernardo Hernández, de Idealista, ya son inversores de Glovo, que el año pasado sumó 2 millones de euros. Por su parte, Jinn App recibió 6,3 millones de euros del fondo creado por José del Barrio, cofundador de La Nevera Roja. Por último, Stuart, logró 19,5 millones de euros en noviembre, incluso antes de lanzar su servicio de mensajería orientado a la demanda entre empresas.

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