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El año pasado las empresas chinas alcanzaron un nuevo récord histórico en inversiones extranjeras, hasta llegar a los 127.560 millones de dólares. En el mismo 2015 la Unión Europea experimentó un crecimiento del 55% en su capacidad de atracción de la inversión de este país asiático con respecto al año anterior, consiguiendo 31.380 millones de dólares.
Esta tendencia se ha visto condicionada por la transición del país asiático hacia un nuevo modelo económico y la desaceleración del crecimiento de su PIB que tiende hacia una estabilización, tanto el año pasado como en el primer semestre de 2016. Así lo explica la tercera edición del informe de ESADE “Tendencias de la inversión china en Europa” (2016-2017), elaborado por Ivana Casaburi, profesora de ESADE Business & Law School, con la colaboración de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira.
El estudio asegura que los factores del contexto económico actual han impulsado la inversión china en el extranjero, consolidando algunas de sus tendencias, como el hecho de que los países europeos sean destino de las operaciones. En este sentido se ha producido una recomposición de los sectores de inversión preferidos por los especialistas chinos, con mayor peso de los servicios así como de las industrias tecnológicas; un mayor número de inversores privados, cada vez más presentes en las operaciones de inversión, frente a inversores públicos; una importancia creciente de las provincias chinas no costeras como emisoras de inversión exterior; así como el surgimiento de nuevas preferencias de inversiones tanto sectoriales como geográficas.
Tal como indican los datos vertidos en el informe de ESADE, se prevé que “en 2016 se mantenga una importante apuesta de la inversión china por Europa y se superen los 33.000 millones de dólares”.
Las inversiones chinas en Europa consiguen su récord histórico Clic para tuitear
Estados Unidos y Europa
Las organizaciones del país asiático han encontrado una vía de desarrollo en la inversión en compañías de países desarrollados, como Estados Unidos o los países europeos, con acceso a recursos tecnológicos, y a productos y servicios innovadores que les permiten desarrollar o incrementar su capacidad competitiva. China invierte más en energía y logística en Europa, mientras que opta por empresas tecnológicas en el país norteamericano. Además, se aprecia mayor presencia de empresas públicas chinas e inversiones en activos públicos en Europa en comparación con EE.UU. En 2015, la inversión china en la Unión Europea (31.380 millones de dólares) superó en volumen a la realizada en Estados Unidos (15.300 millones de dólares).
En 2015, las manufacturas fueron el primer sector de inversión china en la Unión Europea, con un 39,4% del total, seguido de logística y transporte con el 25,9%, y el sector inmobiliario que alcanzó el 10,6% del total de inversiones.
El sur del viejo continente
El destino preferido para la inversión china sigue siendo las grandes economías europeas, como son Reino Unido, Francia y Alemania. Sin embargo, los países del sur de Europa han incrementado su atracción de inversión china. Dos países destacaron por encima del resto en inversión china recibida en Europa en 2015, debido a la materialización de dos grandes operaciones: en primer lugar, Italia, con 10.310 millones de dólares de inversión (un 32,9% del total europeo), con la adquisición de Pirelli por parte de ChemChina; y en segundo, Irlanda, con la compra de Avolon por parte de HNA, una operación valorada en 7.600 millones de dólares.
La inversión china en España es aún un fenómeno reciente, pero avanza con agilidad. A finales de 2015 superó los 2.000 millones de dólares de inversión acumulada desde el 2010, más del doble de la existente a finales de 2014.
En el periodo 2010-2015, Reino Unido Francia y Alemania acumulan el 44,1% de la inversión, aunque los países del sur de Europa (Italia, España, Grecia y Portugal) obtienen en este periodo el 28,3% de la inversión total de China en Europa.
El futuro de la internacionalización china
La transformación del modelo productivo en China influirá en sus inversiones en el exterior en los próximos años. El estudio destaca que “pese a que unos factores actuarán como vientos de cola y otros como vientos de frente, el efecto final será positivo y por tanto la transformación de modelo supondrá un estímulo adicional para que un mayor número de empresas inviertan en el exterior”. El factor con mayor influencia positiva en las inversiones será la necesidad de una transición hacia un modelo con aporte de sectores y actividades que incorporen mayor valor, conocimiento y tecnologías, que exigirá que el tejido empresarial local adquiera dichas capacidades. Otros factores que deberían impulsar la internacionalización de firmas chinas son la sobrecapacidad y la liberalización de la cuenta financiera.
En Europa, el European Fund for Strategic Investments –EFSI, más conocido como Plan Juncker– y un plan a largo plazo como la iniciativa Horizonte 2020, podrían servir de estímulo a una mayor inversión china en Europa al complementarse con las estrategias de crecimiento del país asiático.
Respecto de la salida del Reino Unido de la Unión Europea aprobada mediante referéndum en 2016, el informe indica que, a medio y largo plazo, no cabe esperar un descenso de las operaciones de inversión de China en Reino Unido y, en todo caso, no todas las operaciones serían afectadas del mismo modo por el brexit.
El informe de ESADE “Tendencias de la inversión china en Europa” (2016-2017) ha contado con la colaboración de Cuatrecasas, Gonçalves Pereira, ACCIÓ (Generalitat de Catalunya) y el Ayuntamiento de Barcelona.