De los 80 a la década del 2000: la evolución del consumidor español

Tiempo de Lectura: 5 minutos

En los años ochenta y noventa, donde en los hogares todavía existía ese habitáculo tan característico de la época llamado “despensa”, los consumidores tenían unos hábitos de compra completamente diferentes, lo que evidencia los cambios sociológicos, demográficos y económicos que han tenido lugar en estas últimas décadas. Tan sólo en el acto cotidiano de «hacer la compra» se ve cómo los españoles han modificado su perfil como consumidores, como sociedad en su conjunto, y también del propio sector de la distribución.

Desde la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), explican que “tanto del lado de la oferta como del de la demanda han cambiado las cosas. Lo primero es una transformación demográfica clara: las familias son más pequeñas y sus necesidades también. Ya no hacen megacompras como antes”. Este hecho ha provocado que acudamos con mayor frecuencia al supermercado, pasando de una vez al mes a una a la semana.

Como indican desde la Asociación Española de Fabricantes y Empresas del Gran Consumo (Aecoc), el 4,7% de los españoles hace la compra mensualmene, y el 70% va al super varios días a la semana, o incluso diariamente.

De hecho, la inversión es paulatina, puesto que ya no se paga 200 euros de una vez, si no entre 15 y 20 euros varias veces por semana. A través del periódico El Mundo,  José Antonio Latre, socio de Estrategia de la consultora KPMG, recalca que “hemos pasado de una tendencia de reducción de la frecuencia de compra y un aumento de la factura media, típico de la época del boom, a lo contrario: más visitas a la tienda con compras más bajas”.

Existe un cambio de mentalidad que ha provocado que exista un menor desperdicio alimentario, ya que “la crisis hizo al consumidor más cauteloso con su presupuesto. Tira más de lista, controlando el impulso”, explica Rosario Pedrosa de Aecoc, que añade “también se permite lujos y adquiere otros artículos Premium”.

De los 80 a la década del 2000: la evolución del consumidor español Clic para tuitear

Cambio en el ocio

La reducción del tamaño de la cesta de la compra se debe a factores como el envejecimiento de la población, la incorporación al mundo laboral de la mujer, pero también a la modificación del concepto de ocio de los españoles.

“Si hace años pasar una tarde del fin de semana en el hipermercado tenía cierto componente lúdico, ahora invertimos el ocio en otras cosas porque no queremos perder el tiempo”, explica un especialista del sector.

Además, la llegada del comercio electrónico ha reducido los tiempos, lo que ha provocado que la compra se haga más rápido y no se acuda a grandes superficies, apostando por el comercio de proximidad.

Desde KMPG, José Antonio Latre, socio de Estrategia de la consultora, añade que “la movilidad también ha influido en que la gente está cansada de coger el coche, los atascos, desplazarse a las afueras a hacer la compra. Si se lo pueden ahorrar, mejor”. En los noventa, en España se adaptó el modelo francés, es decir, “el del establecimiento con un surtido amplísimo y unos precios y promociones imbatibles”, destaca Latre.

Además, este último tiempo se ha vivido un impulso del comercio de proximidad, con tiendas de barrio y de toda la vida, donde una amplia mayoría se ha convertido en franquicia. En este escenario, desde el sector ponen en relieve el rápido crecimiento de Mercadona, un hecho que sin duda ha contribuido a sustituir los grandes establecimientos por las tiendas de proximidad.

Desde Nielsen, Ángela López, apunta que tras la crisis es cuando estos formatos de comercio se han ido creando, “más pequeños, con menos surtido, bien ubicados y más funcionales”.

Multimarca

Son muchas las cadenas que se han adecuado al cliente actual, con modelos de establecimientos como Grupo DIA, desde donde puntualizan su adaptación del negocio “pasando de un modelo monomarca y monoformato a otro multimarca y multiformato, aunque manteniendo siempre la premisa de proximidad”.

Tal ha sido el cambio, que desde el año 2008, en España se han creado 2.400 supermercados frente a sólo 11 hipermercados.

De los 80 a la década del 2000: la evolución del consumidor españolCambio de productos

Si bien se ha dado un cambio en los establecimientos, también se ha producido en los alimentos, con una mayor presencia de los frescos frente a la alimentación envasada.

Tal es así que Florencio López, de Kantar Worldpanel, explica que “los frescos se sitúan ahora en el centro de los espacios comerciales para atraer al comprador”. De hecho “son el factor de decisión a la hora de elegir un establecimiento u otro”, concluye Ángela López.

Por otro lado, hoy el surtido es más reducido, con una oferta de ediciones limitadas de alimentos, o cadenas que hacen semanas temáticas en ocasiones.

Oferta a medida

Pero desde Ipsos, María José Lechuga apunta que los consumidores exigimos una oferta más customizada, con variedades de marcas, y niveles distintos de precios y formatos. “Queremos sentirnos únicos, inteligentes y pagar lo que creemos justo. Si no, nos vamos a otra tienda y compartimos la compra con las que creemos que nos dan lo mejor en cada caso”, puntualiza la experta.

Hoy los supermercados tienen horarios más amplios, cuentan con envases más pequeños para una sola persona, o productos especiales, desapareciendo cada vez más los grandes formatos. Esto también se debe porque también comemos de distinta manera, en sitios distintos y no sólo en la mesa. Tal es así que un 20% de los españoles cena en el sofá, un 25% compra productos de su tierra, y un 20% hace algún tipo de dieta.

Marcas blancas

Y en este contexto, otra revolución llegó con las “marcas blancas” o de distribuidor, que son asumidas como una marca más dentro de la oferta, creciendo estos años porque “la marca de distribuidor tiene un mayor peso en la venta”, indica José Antonio Latre.

Desde Nielsen afirman que “hoy casi el 40% de lo que compramos es de la marca de la cadena donde llenamos la cesta”, porque la calidad ya no es un reclamo para vender. Ahora se usan las promociones y valores como la sostenibilidad, puesto que la calidad ya se da por supuesto.

El marketing que está por llegar

En este mercado, hoy la captación del cliente se hace mediante las redes sociales, con mensajes directos, pocos caracteres y con influencers que publicitan los productos.

Si bien antes la única forma con la que comparábamos era yendo al híper, desde Kantar detallan que ahora “el español se ha vuelto un estudioso a la hora de hacer la compra. Busca y compara en Internet y tiene información”.

Se trata por tanto de un comprador inteligente, que conoce los productos de cada tienda, las promociones y los precios antes de ir a adquirirlos.

En esta transformación la mayor incidencia ha llegado de manos de las nuevas tecnologías. Aunque todavía es pequeño el número de españoles que hacen la compra online, llegando sólo al 10%, este canal irá creciendo rápido en los próximos años. Según Carlos Peregrina, de KPMG, en la irrupción de la digitalización y el comercio online “es donde las cadenas se jugarán sus cuotas de mercado en el futuro”. Ahora no existe un cliente para tiendas físicas y otro para el canal online, ya que “las barreras se han difuminado, y el cliente será el nuevo canal”, concluye el experto.

Fuente El Mundo