Los consumidores de hoy en día son cada vez más exigentes y reclaman constantemente nuevas experiencias. Esto hace que resulte más difícil conseguir su compromiso y fidelidad y obliga a las empresas a emplear nuevos métodos.
Una de las técnicas más eficientes, tanto en entornos B2C como B2B para marketing y ventas, además de otros muchos sectores, es la gamificación o incorporación de técnicas lúdicas y mecánicas de juego, para alcanzar los objetivos planteados.. Esto incentiva la captación, fidelización y engagement de los usuarios mediante su participación más activa.
Las técnicas de gamificación ya han probado su efectividad en diversos campos y no han hecho más que comenzar a desarrollarse. De acuerdo a un estudio realizado por “Research & Markets”, se espera que la gamificación crezca exponencialmente en los próximos años hasta alcanzar un crecimiento interanual del 67.1 por ciento y una tasa de facturación de 5.5 billones de dólares en 2018.
Grandes profesionales españoles como Sergio Jiménez o Jose Carlos Cortizo han desarrollado modelos de creación y aplicación de dinámicas de juego (Gamification Model Canvas) y fundado el gran congreso mundial vinculado al mundo de la “gamificación” que se celebra cada año en Barcelona.
Un proyecto en el que se puede ver claramente el uso de técnicas de gamificación es FACE Entrepreneurship. Esta campaña transmedia, liderada por el Grupo Secuoya y financiada por la Comisión Europea en el marco del programa Horizonte 2020, busca dar visibilidad a las startups Europeas y fomentar el emprendimiento TIC entre la generación más equipada de la historia. En su plataforma, las dinámicas de juego son el vehículo para incrementar la participación activa del usuario y su interacción con los contenidos y el resto de la comunidad. FACE propone un camino de aprendizaje sobre el emprendimiento que pasa a través de todas las fases de la creación de una startup con el objetivo de reducir los principales miedos a los que los emprendedores se enfrentan.
FACE Entrepreneurship ofrece una gran variedad recursos para los usuarios que se registren en su plataforma: más de 100 entrevistas con expertos en emprendimiento, consejos de inversores sobre lo que más valoran y buscan, recursos con los pasos para montar una start-up, eventos físicos con talleres y conferencias y sesiones de networking con emprendedores de renombre, entre otras cosas.
Los contenidos digitales de la plataforma están distribuidos en un casillero que representa el camino que seguiría cualquier emprendedor en el proceso de convertir su idea TIC en un producto o servicio apto para el mercado. Cada casilla representa una situación a la que los emprendedores podrían tener que enfrentarte, y cada semana se desbloquean dos con diferentes contenidos y actividades en las que participar. Además, parte de las técnicas lúdicas incluyen concursos a través de los cuales los participantes pueden ganar diferentes premios como viajes y tickets para eventos físicos o acceso a inversores mediante su participación activa.
Gracias a las dinámicas de juego se consigue incrementar la permanencia e interacción del usuario con el contenido, facilitando la eficacia de proceso de aprendizaje personal que supone y reduciendo así el miedo al fracaso en el individuo, en la esperanza de que esta mejor actitud suponga la creación de nuevos proyectos que generarán empleo y riqueza en toda Europa. Algo con lo que no podemos jugar.
Los principales miedos de los emprendedores
El miedo al fracaso es un freno fundamental a la hora de poner en marcha un negocio. Existe un importante componente cultural en esto que además de resultar un lastre en el emprendimiento, produce una fuga de cerebros a otros países como Estados Unidos, donde tanto el riesgo como el fracaso son aceptados, e incluso alentados.
Para plantarle cara a los miedos a los que los emprendedores se enfrentan más a menudo, así como para cuestionar el concepto del fracaso, nace FACE Entrepreneurship.
Las primeras conclusiones para identificar los principales miedos a los que se enfrentan los emprendedores se han extraído de un estudio Delphi realizado en el marco del proyecto FACE Entrepreneurship. Los principales temores detectados son, de mayor a menor importancia, los financieros, los relacionados con la carrera profesional o la pérdida de estatus.
Aunque este estudio Delphi no diferencia por países, hay otros estudios que sí lo hacen. De acuerdo a la investigación del “Global Entrepreneurship Monitor” en España, aunque en 2014 se percibía una mejora en los niveles de emprendimiento y la percepción vinculada a la existencia de oportunidades para emprender, los niveles de actividad emprendedora todavía seguían estando por debajo de los niveles alcanzados antes de 2008. La burocracia y los impuestos fiscales, más elevados en España que en otros países, ralentizan la puesta en marcha, el crecimiento y consolidación de los proyectos de emprendimiento. Asimismo, durante las recesiones, la financiación para los empresarios es más difícil porque hay un acceso limitado al crédito y la falta de flujo de caja de las empresas.
El miedo al fracaso entre los emprendedores españoles está en torno a la media europea, con 2 de cada 5 adultos argumentando que les gustaría emprender, pero el miedo al fracaso les previene de hacerlo. En cuanto a las oportunidades de emprendimiento percibidas y las intenciones de hacerlo en España, están muy por debajo de la media, con un 26 por ciento que considera que hay buenas oportunidades para montar tu propio negocio, y un 5.6 por cierto con intención de hacerlo en los próximos tres años.
En FACE no encontrarás cuentos de hadas ni recetas milagrosas para fabricar “unicornios”, pero sí numerosas historias reales acerca de emprendimiento que muestran la importancia de la prudencia, la preparación, el esfuerzo y la dificultad que supone alcanzar el éxito. Los miedos se combaten con conocimiento y la base de los contenidos de la plataforma son las experiencias personales de otros emprendedores, sus éxitos y fracasos.