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La industria española de la moda adapta su cadena de suministro a las consecuencias de la COVID-19. Tres de cada cuatro empresas del sector han tomado decisiones relevantes en torno a su aprovisionamiento en el último año y el desplazamiento de la producción a polos más cercanos se convierte en una tendencia mayoritaria. Esta es una de las principales conclusiones de la edición de 2021 del Barómetro de Empresas de Moda, impulsado por Modaes.es y Veepee.

Cabe recordar que, en 2020, cuando la COVID-19 no había llegado todavía a los grandes mercados de consumo, la industria de la moda debió enfrentarse al cierre de fábricas de sus proveedores en China, primero, y en el resto de Asia, después. De un día para otro, el sector debió mover su aprovisionamiento a otros destinos más cercanos, encontrándose con factorías colapsadas y precios disparados.

El aprovisionamiento se convierte en una cuestión clave para el sector y casi tres de cada cuatro empresas han tomado decisiones relevantes en esta área en el último año. Clic para tuitear

El aprovisionamiento, un factor clave en 2021

En 2021, el aprovisionamiento vuelve a ser clave. Aunque la tensión inflacionista en costes lleva sobre el tablero más de un año y medio, esta tendencia se ha agravado a partir del segundo trimestre de 2021, con fletes y contenedores en precios máximos y puertos colapsados.

De esta forma, la cadena de suministro es uno de los principales focos de problemas y decisiones en el ejercicio en curso: un 71% de las empresas españolas de la industria de la moda ha tomado decisiones relevantes al respecto en los últimos doce meses.

¿Qué decisiones? La principal de ellas, cambiar los orígenes de sus prendas. El estallido de la COVID-19 obligó al sector a desplazar en masa su producción a destinos como Turquía, en busca de mayor flexibilidad y de ganar tiempo para tomar decisiones. Así, el 38% de las principales empresas españolas de moda ha optado en el último año y medio por aumentar el peso de la producción en cercanía en su mix de aprovisionamiento, un fenómeno que se ha visto impulsado en la segunda mitad de 2021 por los problemas en las redes mundiales del transporte marítimo y el sourcing.

Otra de las decisiones más popular ha sido reducir el número de unidades producidas: en concreto, un 21% de las empresas ha tenido esta reacción. Por otro lado, con un 17% ha llevado a cabo una renegociación global con sus proveedores y un 14% ha establecido nuevas condiciones en términos de plazos y de pagos.

Un 10% de las empresas ha optado durante el último año y medio por reducir el número de proveedores con que trabaja, en busca de una relación más estrecha con todos ellos.

Fuente:  Modaes.es