La disponibilidad de naves industriales se ha situado en un mínimo no visto desde los años antes de la crisis. Un ejemplo de ello es la ampliación de la superficie logística de Amazon en la localidad madrileña de San Fernando de Henares, que sumando 57.000 metros cuadrados a su planta ha sido la mayor ocupación en alquiler de estos activos.
Según los datos de la consultora inmobiliaria JLL, en Madrid la tasa de disponibilidad se ha reducido en un año del 11% de 2015 al 5,54% de superficie industrial libre. Sólo en 2007, cuando se produjo el boom económico, el ratio fue inferior con 364.844 metros cuadrados vacantes.
Esta misma situación se da en Barcelona, donde la tasa de disponibilidad ha caído al 4,5% y existen 301.349 metros cuadrados libres, siendo el 2,89% en la periferia de la capital catalana.
La necesidad creciente del uso empresarial de este tipo de espacios está acompasada al ritmo de crecimiento del PIB, que aumentó el 3,4% en el primer trimestre del año. De hecho un 40% de la contratación se dio para actividades ligadas al comercio electrónico.
Debido a una mayor liquidez en el mercado, si en el 2015 se invirtieron 725 millones en la compra de activos, en el primer trimestre de este año alcanzaba los 315 millones de euros.
La operación más destacada ha sido la compra de una cartera de Zaphir Logistics Properties por parte de la joint venture de Neinver y Colony Capital, por un valor de 87 millones de euros. Por su parte Merlin se hizo con una nave logística en Madrid por 12,5 millones, que suma a otros 10 activos por valor de 150 millones de euros.
Por falta de producto, los inversores se han lanzado a levantar nuevas naves. Si bien en Barcelona existe una construcción de aproximadamente 178.000 m2, de la que el 74% dispone de cliente final, en Madrid llega a 301.830 m2, aunque un 53% todavía no dispone de inquilino.
Además de estas dos grandes urbes existen otras ubicaciones consolidadas para este tipo de inversión, como son Valencia, País Vasco y Zaragoza.