A la hora de relacionarse con su banco, los usuarios españoles le van perdiendo el miedo al uso de smartphones o tabletas, ya que un 51% de la población ya utiliza este tipo de servicios móviles.
Así lo explica la última Encuesta Internacional sobre Banca Móvil de ING, realizada a más de 14.500 personas de 15 países, que sitúa a España cuatro puntos por encima de la media, y dentro de los cinco países con más número de usuarios de banca móvil de Europa.
Las principales ventajas de su uso para los clientes de las entidades financieras es que mediante este canal un 68% gestiona mejor sus finanzas, ya que disponen de un mayor control de su dinero, no incumplen ningún pago y ahorran más.
Otra conclusión es que para 8 de 10 españoles que comenzaron a usar este servicio hace dos años, los beneficios de este canal son mayores, es decir, que cuanto más tiempo se maneja la banca móvil mayor es la satisfacción del usuario.
Acerca del futuro de las oficinas, la tendencia indica una progresiva disminución de acudir a estos establecimientos. Mientras que un 13,3% sólo se relaciona con el banco a través del móvil, un 9,3% lo hace vía móvil y canal telemático. De los encuestados, un 41% afirma que iría a la oficina en el caso de que tuviera dudas.
Dentro de las conclusiones destaca igualmente el crecimiento de medios electrónicos a la hora de hacer pagos, como alternativa al efectivo. De hecho un 59% de la población española admite la reducción del uso del efectivo, siendo un 60% los que prevén realizar más pagos con el smartphone en el futuro.
Con respecto a los sistemas de pago, en España las aplicaciones móviles se posicionan como la alternativa al dinero en efectivo, incluso con tarjetas de crédito. Así un 39% de los españoles admite haber usado alguna vez una aplicación móvil para realizar pagos entre personas o para abonar las compras. La posibilidad de usarlo desde cualquier ubicación, la rapidez y la sencillez son las principales ventajas que se encuentran en su uso.
