Hoy en día para cualquier consumidor el tiempo es un factor esencial a la hora de realizar una compra, un hecho que juega a favor en el mundo online, ya que Internet ha nacido como un elemento para ahorrar tiempo, o al menos así lo sienten sus usuarios.
De esta manera, el cliente espera que en la red esté todo diseñado para hacerle la vida más sencilla, siendo muy receptivo a aquellos elementos que procuran no hacerle perder el tiempo, ya que como indica un análisis de Forrester, para el consumidor online, literalmente, el tiempo es oro.
Precisamente una de las razones del éxito en los ratios de venta de Amazon, entre otras muchas, es que para los consumidores es fácil hacerse con el producto, y tan simple como hacer clic en el botón amarillo que destaca sobre el resto.
Por ejemplo, tras hacer clic, de inmediato el libro electrónico queda descargado en nuestro Kindle, o bien el pedido se envía directamente a la dirección de entrega si se ha activa el pedido ‘en un clic’. Al final de los que se trata es que el comprar llegue a ser tan fácil como decir ‘lo quiero, y lo tengo’.
Por ello las empresas que operan online no se pueden permitir añadir complicaciones innecesarias, ni tampoco pedir en exceso todo tipo de información, intentando no recurrir de nuevo a solicitar contenido cuando se ha comprado antes en la tienda.
Todo debe ser fluido, rápido y sencillo, y que transcurra de manera orgánica. El proceso de compra por tanto debe ser intuitivo, sin que nadie deba esforzarse por comprender de qué manera funciona el proceso o qué debe hacer para llegar a adquirir el producto que desea.