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En la era de la digitalización y la Inteligencia Artificial (IA), los avances tecnológicos han revolucionado la forma en que operan las empresas y han permitido mejorar la eficiencia y productividad de múltiples sectores gracias a, sobre todo, herramientas que permiten maximizar la automatización de procesos.

En términos simples, la automatización de procesos consiste en delegar tareas repetitivas o manuales a sistemas informáticos, liberando así a los trabajadores de las labores tediosas, permitiéndoles concentrarse en actividades más estratégicas, creativas y de mayor valor. Aunque esta idea ha estado presente desde hace décadas, el desarrollo exponencial de la IA en los últimos tiempos ha brindado nuevas posibilidades y ha hecho realidad lo que antes solo parecía ciencia ficción.

¿Cómo funciona la automatización con IA?

En esencia, la IA está compuesta por un conjunto de algoritmos y técnicas que permiten a las máquinas aprender de los datos y tomar decisiones inteligentes sin que haya intervención humana directa. Esto se logra a través del uso de redes neuronales artificiales y algoritmos de aprendizaje automático, que permiten a las máquinas reconocer patrones, tomar decisiones y mejorar su rendimiento con el tiempo.

Para automatizar procesos con IA, el primer paso es identificar qué tareas se pueden delegar a un sistema automatizado. Estas tareas suelen ser aquellas que requieren seguir un conjunto de reglas predefinidas, como la clasificación de datos, el procesamiento de formularios o la detección de anomalías en grandes conjuntos de información.

La importancia de la IA en la simplificación de procesos

Para conseguir maximizar la automatización de procesos en tu compañía y simplificar muchas de las gestiones internas, es necesario contar con herramientas innovadoras que posibiliten esta digitalización. Inology, compañía especializada en el desarrollo e implantación de soluciones de gestión empresarial con 37 años de trayectoria, cuenta con herramientas propias que, mediante la Inteligencia Artificial consiguen convertir algunos procesos manuales en automáticos. Un ejemplo práctico es la automatización del proceso de gestión de los gastos de empresa. Antes, los empleados que volvían de un viaje de empresa debían recopilar cada ticket, comprobar que los datos fueran correctos y, finalmente, introducirlos en el sistema para archivarlos y pedir el reembolso de las cantidades correspondientes. Hoy en día, un software de gestión de gastos dotado de IA puede encargarse de esta tarea automáticamente.

Soluciones como Tickelia, una de las herramientas desarrolladas por Inology, utilizan inteligencia artificial para leer recibos y facturas mediante reconocimiento óptico y algoritmos de aprendizaje automático. El sistema escanea las facturas, extrae los datos relevantes gracias a su tecnología OCR+ICR y los ingresa en el sistema de contabilidad de la empresa, reduciendo drásticamente el tiempo y los errores asociados a esta tarea.

Por otra parte, la automatización con IA también está demostrando su utilidad en áreas como la logística y el transporte, donde puede optimizar la planificación de rutas de entrega, predecir la demanda de productos y optimizar los niveles de inventario. Contar con un ERP especializado y sectorial, como el caso de Marino ERP, otro de los softwares de gestión desarrollados por Inology, permite agilizar aún más estos procesos, además de conseguir integrar todas las áreas de la compañía: desde la comercial hasta la logística, pasando por la financiera o la fabricación. 

Desafíos de la IA

Es importante destacar que la automatización con IA no está exenta de desafíos. Es fundamental que las empresas implementen estos sistemas de manera responsable, velando por ofrecer la máxima seguridad. Además, es muy importante que los trabajadores reciban la formación necesaria para sacar el máximo provecho de las nuevas tecnologías y sepan adaptarse a los nuevos roles y tareas.