Nestlé packaging de queso

La innovación sostenible gana terreno en la industria alimentaria, y Nestlé acaba de presentar un concepto que redefine las reglas del packaging. Bajo el nombre de Self-Packing Cheese, la compañía suiza ha lanzado un envase elaborado a partir de suero de queso, un subproducto históricamente desechado. Este desarrollo, impulsado junto a Ogilvy Colombia, propone un modelo de economía circular en un sector urgido de soluciones responsables.

Lo que comenzó como un proyecto experimental se ha convertido en una alternativa viable que no solo reduce residuos, sino que transforma un desecho en un recurso con alto valor añadido. El reto de eliminar plásticos en la industria alimentaria encuentra así un nuevo aliado en la biotecnología aplicada al envasado.

Del residuo al recurso: innovación biotecnológica

Cada año, la producción de queso genera toneladas de suero, un líquido nutritivo sin un uso extendido. Nestlé ha aprovechado este excedente para convertirlo, mediante procesos biotecnológicos, en polihidroxialcanoato (PHA), un biopolímero con propiedades equivalentes al plástico pero biodegradable en menos de un año.

El resultado es un film translúcido, flexible y seguro para el contacto alimentario, que mantiene intactas las cualidades organolépticas del queso y permite incluir información impresa sobre el producto. Además de ser funcional, este material abre una vía hacia procesos productivos circulares, en los que los propios residuos de la elaboración alimentaria se reincorporan como parte de su cadena de valor.

Una oportunidad estratégica para el sector

Este avance no solo supone una respuesta técnica a la reducción de residuos, sino que posiciona a Nestlé como referente en innovación sostenible aplicada a packaging. En un momento en que la presión regulatoria y social sobre los envases plásticos crece, iniciativas como Self-Packing Cheese evidencian que es posible repensar materiales y procesos desde una perspectiva responsable y competitiva.

El proyecto se ha implementado inicialmente en la marca ¡Qué Rico! en Panamá, pero sienta las bases de una tendencia en alza: convertir restricciones medioambientales en oportunidades creativas y de negocio. La industria alimentaria, en plena transición hacia modelos más sostenibles, encuentra en este tipo de soluciones una vía para alinear competitividad, reputación corporativa y responsabilidad medioambiental sin renunciar a estándares de calidad y seguridad.

Fuente: Marketing Directo