Una startup alicantina ha desarrollado un robot que ayuda al tratamiento de trastornos infantiles y a la prevención del acoso escolar, gracias a la inteligencia artificial.
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‘Aisoy1 Kik’ es un proyecto pionero, vinculado a la Universidad Miguel Hernández en Elche, centrado en el entorno educativo y enfocado a personas con autismo o algún tipo de daño cerebral. Según José Manuel del Río, responsable de Aisoy, el robot permite un acercamiento más fácil y sencillo a aquellos niños con dificultades para expresarse emocionalmente.
Por tanto, se trata de un robot social e inteligente, que ayuda a mejorar las habilidades cognitivas, emocionales y sociales. Gracias a la inteligencia artificial, el dispositivo puede almacenar en su memoria las experiencias, lo que aprende del entorno y las respuestas de cada persona.
La última versión incluye conexión con la nube y sus responsables aseguran que dentro de poco los robots podrán comunicarse entre sí para intercambiar información y mejorar la experiencia. De esta forma, la empresa asegura que Aisoy es un primer paso para lo que denominan “el internet de las cosas afectivas”.
‘Aisoy1 Kik’ lleva incorporado distintos sensores que permiten recopilar información sobre el entorno y actuar en consecuencia. Además de sensores de tacto, también cuenta con un micrófono para detectar sonidos, una cámara para visualizar los rostros, detectar colores, luminosidad o, incluso, códigos QR.
Inteligencia artificial para mejorar las relaciones
Además, el robot es capaz de aprender y hacer evolucionar su propia experiencia, gracias a su “motor emocional”. También puede dialogar y adaptar sus conversaciones a la inteligencia de los niños y estimularlas de forma personalizada.
‘Aisoy1 Kik’ está muy enfocado al tratamiento de niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, déficit de atención o hiperactividad. Así, el robot se convierte en ayudante del terapeuta, mejorando el vínculo entre el paciente y el profesional a través de la expresión de emociones y la realización de diversas actividades. Además, la empresa se ha asociado con Brave Up, una organización educativa especializada en casos de acoso escolar o bullying, incorporando el robot en sus sesiones.
Aisoy Robotics ha conseguido, gracias a la colaboración de robótica e inteligencia artificial, crear el primer robot emocional de consumo del mundo. Actualmente, estos dispositivos se comercializan en la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá, a partir de los 299 euros.