Nueva dirección

En un mundo empresarial cada vez más competitivo y en constante evolución, los directivos deben adaptarse rápidamente a las nuevas exigencias del mercado. El estudio «Tendencias en las estrategias de las empresas 2024», publica las claves que los líderes empresariales llevan a cabo para ajustarse al estilo de dirección que demandan las circunstancias actuales .

Impacto en el estilo de dirección

El informe de Setesca subraya que las empresas están intensificando su enfoque en la comercialización y la racionalización de costes. En este sentido, se promueve un modelo de toma de decisiones basado en datos, centrado en aportar un valor directo al cliente. Este cambio estratégico implica una serie de adaptaciones en el estilo de dirección empresarial. Entre esas adaptaciones se encuentran la orientación al cliente y la adopción de modelos flexibles que puedan ajustarse a los cambios de mercado. Del mismo modo, los actuales líderes basan sus decisiones de inversión desde un punto de vista de retorno. Así, en el informe se destaca que es fundamental formar tanto a líderes como a empleados en análisis de datos para mejorar la toma de decisiones informadas.

Otras de las acciones que se están llevan a cabo es garantizar la eficiencia mediante auditorías económicas precisas y regulares de proveedores y contratos. También es crucial identificar y gestionar los riesgos para mantener la estabilidad y competitividad. Por último, los directivos buscan un equilibrio entre los objetivos a corto y largo plazo para asegurar la innovación continua y la competitividad.

Resiliencia, alineamiento, rigor y criterio

La dirección de una compañía también debe adaptarse a su entorno. La capacidad de decisión, alineamiento con los objetivos corporativos y rigor en la toma de decisiones son esenciales para asegurar el éxito en este contexto cambiante. En este contexto, se destacan una serie de recomendaciones para los directivos que buscan adaptarse a estos nuevos retos:

  1. Resiliencia: los directivos deben desarrollar una actitud adaptativa ante cambios rápidos y drásticos, evitando el conformismo y el fatalismo en su estilo de dirección.
  2. Alineamiento y priorización: es crucial que todos los directivos se alineen claramente con los objetivos corporativos, asegurando que todas las acciones estén dirigidas a alcanzar estos fines.
  3. Rigor en la toma de decisiones: la efectividad es imprescindible; por lo tanto, es esencial trasladar a toda la organización la necesidad de un mayor nivel de análisis, precisión y seguimiento en las acciones a realizar.
  4. Criterio y metodología: en un entorno variable, es más importante que nunca seguir criterios y metodologías probadas en la gestión estratégica para minimizar errores en decisiones rápidas. La formación continua, el acompañamiento y el uso de la IA generativa pueden ser de gran ayuda.