Los 10 retos de la banca en la transformación digital

En el proceso de transformación digital deben incluirse una serie de términos como son fintech, biga data, blockchain ocloud, o millennials, todos ellos importantes a la hora de afrontar los retos fundamentales a los que se enfrenta el sector.

A través del director general de Recursos Técnicos de Banco Popular, Fernando Rodríguez Baquero, conocemos una hoja de ruta para profundizar en digitalización, con un análisis de los diez retos de gestión más importantes en la transformación digital del sector bancario.

  1. De cultura y talento. Es uno de los mayores retos del mundo digital, puesto que los directivos son los primeros que deben estar convencidos de la necesidad de transformar, y por tanto de liderar el cambio y romper las barreras entre el negocio y la tecnología.
  2. De prioridades. El posicionamiento estratégico y competitivo en el futuro estará marcado por cómo se responde en la gestión. Por ello habrá que resolver el dilema entre lo que debe llevarse a cabo a corto y medio plazo, siendo los directivos quienes asignen las prioridades.
  3. De referencias. Se puede aprender de industrias como el retail o las tecnológicas cómo se ha producido el proceso de transformación. Y de ahí acceder, importar y adaptar las mejores prácticas a nuestro sector, buscando generar valor y diferenciarnos de la competencia.
  4. De innovación. En el desarrollo de la digitalización, la innovación es crítica en los modelos de negocio y en los procesos.

Los 10 retos de la banca en la transformación digitalSe necesita una reflexión estratégica con la que graduar la intensidad y momento en el que realizar nuevas inversiones.  Por un lado se necesitan inversiones significativas que requieran que la empresa asuma un riesgo importante de retorno. Para ello se necesitan unos plazos significativos para recuperar el tiempo perdido, y un fuerte riesgo en términos de competitividad.

Y luego se debe constituir un reto operacional, donde se dé un cambio interno en el que se generen nuevos modelos de negocio y procesos. Estas dos visiones requieren de una visión profunda y transversal del mercado y de la propia empresa.

  1. De canales, en especial el del cliente. Hay que extinguir la idea de ‘múltiples canales’ para gestionar un único canal, que es el del cliente.

Aquí se deberá estudiar cómo aprovechar al máximo el mayor activo de la marca, es decir, las capacidades comerciales con los clientes digitales. Y también cómo interactuar con ellos en el mundo online, donde no existen horarios.

El reto está en lograr que los clientes tradicionales se aprovechen de las ventajas del canal digital, y que los nativos digitales lo hagan del capital humano.

  1. De arquitecturas abiertas. En el mundo digital se fragmenta la cadena de valor, surge la desintermediación y la integración vertical desaparece.

Esta disrupción se muestra claramente en la desaparición de barreras geográficas y de fronteras entre industrias.

Aquí surgen nuevas iniciativas de negocio, como el desarrollo de alianzas con empresas digitales que comercialicen nuestros productos, o la integración de servicios de terceros en nuestras propuestas de valor, entre otros.

  1. De creación de valor. Se debe intentar estar bien posicionados en el momento en el que tengamos la oportunidad de ofrecer nuestros productos o servicios. Es necesario contar con productos competitivos y con una calidad de servicio reconocida por el mercado. Por tanto se necesita crear valor en el mundo digital.
  2. De eficiencia. Para ser eficientes se deben utilizar a nivel interno las capacidades digitales que optimicen los procesos mediante un programa sostenido en el tiempo.

Y por otro lado, se deben optimizar los recursos, con una facilidad de interacción entre los diferentes canales.

  1. De tecnología. Deben coexistir los dos modelos distintos. Por un lado el ‘legacy tradicional’, que aporta ventajas de capacidad de integración, fiabilidad o robustez, pero con unos tiempos de desarrollo insuficientes para un mundo de velocidad digital.

Y luego está el ‘modelo agile’, que optimiza los ciclos de desarrollo y acelera los tiempos de implantación de las soluciones.

El reto es tomar las decisiones adecuadas para lograr un correcto equilibrio entre ambos, con herramientas, metodologías y conocimientos.

  1. De ciberseguridad. Existen una serie de amenazas intrínsecas en el mundo digital que obligan a elaborar un programa de ciberseguridad, donde conviene aplicar un factor multiplicador que incremente la protección, y además participar en alianzas o iniciativas colaborativas entre organizaciones públicas y privadas.

Hay que proteger no sólo el valor de la marca, sino los activos, la propiedad intelectual y la información de los clientes antes innumerables amenazas que existen en el mundo online.

Ver noticia completa

Expansión

 

 

Fuente