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¿Es el bajo coste laboral la única variable que tienen las empresas de moda para ser competitivas?

Por supuesto que no.

Existen otras variables muy importantes que las empresas deben identificar para trabajar sobre ellas, en pos de aplicarles mejoras que sean generadoras de mayor valor.

Generar eficiencia en toda la cadena de suministro. La esfera de influencia de la mayor parte de las compañías de indumentaria ha estado históricamente limitada a los productos acabados. La mayoría de las empresas de moda gastan la principal parte de su tiempo, energía y demás medios en promover sus marcas en el mercado y, por supuesto, sus ventas. Mientras tanto, los proveedores, una vez recibidos los diseños, han disfrutado de una relativa autonomía, siendo los más alejados del alcance estratégico de la marca de moda en las primeras etapas de producción.

Desarrollar una colaboración activa con los proveedores es un significante primer paso hacia la compensación de costes laborales más elevados, se pueden crear más oportunidades impulsando el rendimiento y acelerando las mejoras hasta el otro extremo de la cadena de abastecimiento.

Gestión de las materias primas. Habitualmente los costes laborales han representado aproximadamente del 5 al 10 % del costo total de una prenda terminada. Pero las primeras etapas de producción, en el momento de comprar y manipular las materias primas, son los mayores factores de costo, representando el 60 al 70% del total.

Las compañías líderes de la industria han comenzado a gestionar activamente sus materias primas, generalmente a través de un medio principal o más que les enumero a continuación.

Industria Textil Asia

Excelencia en la ingeniería de materiales.

La transparencia sobre el valor del costo del producto permite a las compañías de indumentaria trabajar con sus proveedores en la cadena de abastecimiento para optimizar la selección de materiales. Así, las empresas adquieren un mayor entendimiento de como su selección de materiales y técnicas de fabricación afectan el costo total de la prenda, permitiéndoles tomar decisiones para ahorrar dinero durante el desarrollo del producto y las primeras etapas de la producción. Estas decisiones incluyen, por ejemplo, el tipo de hilos, la coloración del mismo y la tecnología usada para elaborar el tejido crudo y teñir o estampar el material.

Reducción de la complejidad de la cartera de productos. La sofisticación de los productos en la industria indumentaria es particularmente costosa desde una perspectiva tanto de cantidad como de tiempo, y esta complejidad aumenta los costos de producción de la compañía. Actualmente las empresas líderes en la fabricación de vestimenta se enfrentan a este desafío consolidando sus pedidos, usando menos hilos y categorías de peso y reduciendo la sofisticación de su gama de productos. Desarrollando normas de uso del tejido se han logrado reducciones en gastos de tejido de un 20% durante los meses de primavera y verano y 40% en los meses de otoño e invierno. Estas medidas incluyeron, por ejemplo, asegurarse de que cada tejido fuera usado en 50.000 artículos por temporada al menos y que las telas estándares hayan representado un 80% del volumen total de suministro, entre otros requisitos.

Organización de la cadena de valor. De manera similar, algunas compañías realizan reducciones de costos significativas planeando los pedidos para nivelar las cargas sobre el transcurso de todo el año, comunicándolo al proveedor para que éste planifique el proceso productivo anual y tome las medidas necesarias para hacerlo más eficiente.

Al dejar que los proveedores impulsen su producción durante la temporada baja habitual y revendan su capacidad productiva durante el mes pico, la planificación del pedido garantiza un aprovechamiento de la capacidad 24/7 todo el año. Y hay beneficios adicionales. Una compra temprana de hilos en paquetes ayuda a reducir todos los costos del producto. El uso de tejido crudo y colorante es reducido. Las sobras de hilos disminuye y la reelaboración de los costos por hilos defectuosos tiende a disminuir. Un uso más eficiente de las capacidades de la fábrica permite reducir el costo laboral de las horas extras, el costoso encendido y apagado de las máquinas y limitar la utilización de agua y productos químicos.

Cadenas de abastecimiento integradas. Aunque estos puntos ayudan a las empresas de moda en cuanto a la base de los costes, muchas tienen que seguir probando su capacidad de reacción para llegar al mercado con sus nuevos modelos, dado lo rápido que se producen los cambios de tendencias.

El valor asociado a la planificación depende de por cuál de las tres estrategias especializadas haya adoptado la marca.

Valor. Los ganadores tienen éxito por proponer prendas de moda con un precio justo y atractivo, lo que proporciona una propuesta de valor excelente.

Moda rápida. Los ganadores tienen éxito por responder rápidamente a las tendencias del mercado con ciclos cortos, posibilitado por una cadena de suministros flexible y reactiva.

Industria Textil

Identidad de marca completa. Los ganadores son expertos en crear una experiencia de marca total y una ferviente comunidad de consumidores basadas en la importante actividad de la marca.

Aunque la planificación no es tan importante para las compañías basadas en el valor o en la experiencia total de marca, los adherentes de la moda rápida fracasan o tienen éxito en cuanto a su capacidad de reaccionar a las nuevas tendencias. Su modelo de negocio les obliga a considerar nuevas maneras de integrar su cadena de abastecimientos para ser capaces de incrementar la producción o acelerar la transición hacia otros estilos al ritmo de la moda y sus tendencias.

Conclusión. Hoy en día los fabricantes de prendas de vestir están analizando los costos relacionados con los problemas de ineficiencia en la producción, insuficiencia de mano de obra calificada, inestabilidad política-social en los países productores y están investigando sobre las ventajas cambiantes del costo laboral y los costos del traslado de la producción terminada.

La innovación en tecnología y el desarrollo de novedosas estrategias de producción están creando una nueva fuente de eficiencia de costos. La transparencia en el valor del costo del producto permite la colaboración con los proveedores creando un parámetro de base para la comparación y los cambios de producción entre países.

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Gabriel Farías Iribarren es un profesional de la industria de la moda con una importante experiencia internacional en aprovisionamiento, compra y producción de textiles y accesorios en América del Sur, Europa y Asia. Gestor creativo y resolutivo, con enfoque estratégico y orientado a resultados, ha liderado importantes procesos de crecimiento empresarial y reducciones de costes. Establecido en Asia desde 2006 como Director de Suite Blanco, marca de la multinacional Fawaz Alhokair Group, pionero de la empresa en China y considerado un especialista del “fast fashion”, actualmente vive, junto a su Flia., en Ho Chi Minh City (Vietnam) desarrollando el Sudeste Asiático como nuevo polo de producción textil. Autodidacta, muy curioso e inquieto, desde muy temprana edad ha estado volcado a su trabajo y al mundo de la empresa. Al mismo tiempo que trabajaba en su pasión, la moda, cursó estudios de Dirección y Administración de Empresas en la Universidad Católica Argentina en Buenos Aires y de Marketing y Publicidad en el CENP- Madrid. Siempre que su tiempo se lo permite participa en conferencias y seminarios para “hacer más fácil el aprovisionamiento textil en Asia”. Se siente sumamente feliz de haber elegido esta profesión. Primero porque le ha permitido desarrollar sus inquietudes profesionales y segundo porque a través de ella ha conocido la cultura de tres diferentes continentes y a personas increíbles con las cuales comparte este apasionante camino.