Las 7 cualidades de los líderes exitosos

¿Un buen líder nace o se hace? Tener un rol de liderazgo dentro de una empresa es algo motivador pero a su vez muy exigente, que requiere que la persona tenga determinados rasgos que le ayudarán en esa tarea de gestión de equipos.

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Un buen líder jamás puede detener su aprendizaje, tiene que entrenar sus habilidades y además debe estar siempre al tanto de las últimas novedades en técnicas y herramientas que le ayuden a avanzar con éxito en su carrera.

  1. Pasión

La pasión mueve al hombre más allá de sí mismos, más allá de sus defectos, más allá de sus fracasos”. Esta frase de Joseph Campbell ilustra a la perfección la que quizás es la principal característica de todo buen líder.

Ante todo, debe entusiasmarle su trabajo, demostrando pasión por el mismo y una dedicación absoluta. De otra forma, difícilmente será capaz de inspirar y transmitir los valores de la empresa al resto del equipo.

Eso sí, el buen líder tiene que “bajar” al terreno de juego. Independientemente de cuáles sean sus tareas principales, el equipo lo tiene que ver como un miembro más del mismo, alguien que trabaja codo con codo para alcanzar los objetivos comunes de la empresa.

  1. Capacidad de delegar

Con toda probabilidad, el buen líder será también alguien con gran capacidad de trabajo, pero tan importante como el trabajo del día a día es saber ( y querer) delegar determinadas tareas.

Es habitual que, cuando un empleado pasa a tener un rol de manager, tenga problemas delegando. Como hasta el momento estaba acostumbrado a realizar todo el trabajo que le era asignado, carece de experiencia traspasando tareas.

Pero hay que tener claro que esta es una de las claves en el éxito hacia el liderazgo, y además ayudará a que los empleados te vean como “un buen jefe”, ya que delegar es una buena forma de transmitir confianza al equipo.

Un buen líder tiene que tener claro hasta dónde llega el proceso de traspaso de una tarea y cuándo tiene que dar un paso atrás para no entrometerse.

Por supuesto, delegar una tarea no significa olvidarse de ella, no es en absoluto equivalente a “lavarse las manos”. A través de informes periódicos de las personas en quienes ha delegado, el líder puede seguir teniendo una visión de en qué punto está una determinada tarea, de forma que si algo va mal, siga teniendo capacidad de intervenir para ayudar.

  1. Coraje

A mayores responsabilidades, mayor riesgo.

Un líder tiene que tomar decisiones que pueden determinar el éxito o el fracaso de un proyecto, y por eso debe ser una persona capaz de asumir riesgos sin bloquearse, además de ser consecuente y seguir adelante con una decisión una vez que está tomada.

Si las cosas no salen como se esperaba, un buen líder tiene que tener también el coraje de asumir sus errores. Dar la cara por una mala decisión y aceptar sus consecuencias es lo que diferencia a un líder de un gran líder.

  1. Capacidad de comunicación

El líder debe ser capaz de transmitir información clara, de inspirar confianza, contagiar su motivación… y todo ello lo conseguirá con una buena capacidad de comunicación.

Las 7 cualidades de los líderes exitososPero una buena capacidad de comunicación no significa simplemente tener una buena oratoria cara al público o saber dar buenos discursos.

Aunque a veces se nos olvide, comunicar no es solo hablar, sino también escuchar. Es mucho más importante la capacidad de sentarse con los miembros del equipo siempre que lo necesiten, para entenderlos mejor y aportar la ayuda que necesitan en cada momento.

Por eso, un líder con una buena capacidad de comunicación será capaz de anticipar problemas, no sólo con los miembros de su equipo, sino que también con clientes, partners y competidores.

  1. Compromiso

Un buen líder debe estar comprometido con la empresa, con sus empleados y con sus clientes.

¿Y en qué se traduce esto? En el ámbito empresarial, compromiso significa estar presente para lo bueno y para lo malo, buscando una mejora continua de todos los procesos por el bien de la empresa y el de los clientes.

Además, un líder comprometido contagia esta actitud al resto de miembros de su equipo, lo que a la larga traerá consigo una mejora en la productividad y la motivación.

  1. Visión, intuición y creatividad

La visión es lo que separa en muchas ocasiones a los líderes de los mánagers; un mánager que sólo se dedica a coordinar a su equipo sin aportar visión no será un líder.

Los líderes más exitosos tienen una clara visión de hacia dónde se quieren dirigir y cuáles son los objetivos que tienen que cumplir para conseguirlo.

Además, la visión está muy relacionada con la intuición y la creatividad. Estas cualidades se complementan entre sí para materializar la visión de un buen líder.

Mientras que la intuición ayuda a desbloquear algunas situaciones bloqueantes, la creatividad es una herramienta esencial para encontrar soluciones a los problemas.

Un cóctel que permite al líder seguir avanzando en su camino y no detenerse ante nada.

  1. Coordinación

Los grandes líderes son buenos estrategas que saben utilizar los recursos que tienen a su alcance para alcanzar sus objetivos con el menor desperdicio posible.

Por eso, deben tener una capacidad extraordinaria de planificación y coordinación, no solo propia. También deben conseguir que sus equipos trabajen de manera organizada y enfocada en los aspectos esenciales del negocio.

Si estas 7 cualidades te parecen pocas, también hay otros pequeños (o grandes) detalles que te convertirán en un buen líder:

  • Rodearse de expertos

Los buenos líderes alcanzan el éxito cuando se rodean de equipos de personas que son expertas en sus áreas, y que incluso saben más en esa área que el propio jefe que les contrata.

  • Ser transparente

Un equipo que nota que se le está ocultando algo es un equipo desconfiado. Hay que hacer saber al grupo lo que ocurre para remar en la misma dirección.

Si ocultas información, perderás la confianza de tu equipo porque creerán que no cuentas con ellos y te darán la espalda. Si les cuentas lo que pasa, calmarás posibles temores a la vez que inyectarás una buena dosis de motivación.

  • Ser empático y altruista

Cuando alguien del equipo plantea un problema o una preocupación, un buen líder trata de comprender el problema y el punto de vista de esa persona. Demostrar empatía es la prueba de que el líder ha escuchado.

Aunque sea en cosas aparentemente más pequeñas, preocuparse por el bienestar de los demás hará que los equipos trabajen mejor y obtengan mejores resultados. Dejar paso a las emociones facilita que conozcas a tu gente y que ellos te conozcan a ti, conectando a nivel personal. No se trata necesariamente de ser amigos, pero sí de hacer más humana la relación. Preguntar simplemente por las mañanas “¿cómo estás?” ayudará a reducir la brecha entre jefes y los empleados.

  • Desarrolla las habilidades directivas de su equipo

Las personas no nacen con habilidades innatas para liderar, o al menos no todas. Por eso, las personas que forman parte de una organización deben ser formadas y contar con las herramientas, recursos y el desarrollo necesario para asumir el liderazgo en un futuro. Su motivación y dedicación a la empresa serán las grandes beneficiadas.

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