El mercado laboral actual obliga a los profesionales a reciclarse de manera continua, siendo el miedo el sentimiento que frena esta necesidad por aversión al cambio.
No es fácil dar un giro a la carrera laboral, más cuando algunas generaciones conciben que un empleo es para ‘toda la vida’. Las reglas han cambiado y la situación actual tiende a que se considere necesario desempeñar varios roles profesionales a lo largo de una carrera laboral.
Como explica Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter en España, se piensa que un cambio es más difícil de lo que en realidad es, precisamente por “el miedo a sentirse de nuevo un junior, un aprendiz, cuando en tu trabajo anterior eras sénior. La limitación del orgullo personal, que te impide tener la humildad necesaria para aceptar ese cambio. El miedo a las nuevas tecnologías, al futuro incierto, a no dar la talla, etcétera». Se trata de sentimientos encontrados que paralizan, por lo que “con falta de energía no se logra el cambio”, aclara Muro.
Nadie dijo que fuese fácil abandonar la zona de confort, por ello en la mayor parte de los casos los cambios se dan por obligación, cuando los puestos de trabajo donde se ha crecido profesionalmente han desaparecido. Aún así Nekane Rodríguez, directora general de Lee Hecht Harrison-Adecco, indica que también “en algunas ocasiones también se ha dado en perfiles que quieren ser fieles a sus sueños o que se sienten descontentos con su trabajo actual”.
Resulta complicado superar los miedos y el vértigo de caer y no volver a levantarse, pero la respuesta está en racionalizarlo, ya que según Juan Carlos Cubeiro, Head of Talent en ManpowerGroup, el temor es visceral y para acabar con él se debe aplicar la lógica, relajarse y tomarse las cosas con calma. Y sobre todo ser conscientes que “tenemos la capacidad de la adaptación hedonista, es decir, somos capaces de adaptarnos a cualquier situación”.
Para ello hay que poner en práctica el poder de la flexibilidad, explica la directora general de Lee Hecht Harrison-Adecco, que puntualiza que hay que “moverse y avanzar; analizar otros cambios en la vida y verlo en perspectiva; y visualizarse teniendo éxito una vez lo consigas, imaginar cómo vas a sentirte».
En estos casos no se trata ni de perfiles ni de sectores, sino que hay profesionales que son más dados al cambio, entre los que destacan, explica Muro, ‘perfiles todoterreno’ como los comerciales, mientras que a los perfiles técnicos les cuesta más evolucionar, ya que “acaban siendo expertos y les es difícil imaginarse en otra cosa”.
El sector tecnológico es más proactivo al cambio, “por la necesidad de nuevos expertos y de un aprendizaje continuo”, junto con el comercial ya que “todos necesitan vender y atender al cliente, y no hay tantos profesionales que de verdad lo hagan bien”, concluye Muro.
Otros sectores a destacar, afirma Cubeiro, son “la banca, que se encuentra en pleno proceso de digitalización, calidad relacional y valores; y el sector Farma, que ha vivido en los últimos años de su imagen y ahora necesita reinventarse a nivel comercial”.
Pese a ello resulta injusto reducir la capacidad de adaptación y reciclaje a unos pocos sectores, indica Nenake Rodríguez, puesto que “las herméticas somos las personas y no las áreas de negocios. Valoramos a los profesionales en función de sus resultados en uno u otro campo en vez de hacerlo por sus habilidades y potencial. No se trata de qué saber hacer sino de qué puedes hacer”. Rodríguez concluye en que hay países que contratan a gente sin experiencia en el sector y obtiene resultados muy buenos “que aportan una visión distinta, nuevos conocimientos y maneras de hacer que ayudan a la innovación”.
Aunque pueda dar miedo, reinventarse es una gran oportunidad, porque como manifiesta Cubeiro, “es una buena opción si tienes claro a qué puertos quieres llegar con esa metamorfosis profesional”.
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