Los vehículos eléctricos sin duda son el futuro y están llamados a acabar de sustituir por completo los coches que funcionan con motores a combustión. A continuación, detallamos cómo será el futuro de la movilidad más próximo y cómo va a repercutir en la movilidad corporativa y la necesidad que existe de contar con seguros para vehículos eléctricos y autónomos que den las coberturas necesarias.
El auge de los vehículos eléctricos, en cifras
Lo cierto es que poco a poco los vehículos eléctricos van suponiendo un porcentaje de ventas mayor sobre el total de los coches que se comercializan. En concreto, en 2022 en España, casi el 10% de los coches que se matricularon eran turismos eléctricos. Unas cifras que se van acercando ya a las que se contabilizan en otros países vecinos.
Además, hasta el momento, el gran hándicap que los usuarios veían a la hora de comprar un vehículo eléctrico era el alto precio de estos vehículos, la escasez de ayudas por parte del Gobierno e instituciones y la falta de puntos de recarga. Tres aspectos que precisamente se están revirtiendo a través de las ofertas importantes que muchas compañías de coches ya están lanzando, como es el caso de Renault o Tesla, de las ayudas que desde el Gobierno se han puesto en marcha y del plan de instalación de puntos de recarga que se está siguiendo.
Por el momento, en España hay poco más de 16.500 puntos de recarga y la gran mayoría cuentan con una potencia máxima de 22 kW, un aspecto en el que todavía hay bastante por hacer pero sobre el que ya se está trabajando para mejorar. Tanto es así que la previsión es que tanto en España como en Europa prácticamente la totalidad de las marcas venderán vehículos de cero emisiones en 2035.
Un largo camino por recorrer
Sin duda, todos estos datos y la necesidad de buscar un tipo de movilidad más sostenible con el medio ambiente indica la necesidad de adaptar la flota de vehículos no sólo a nivel particular, sino también de las empresas, que tendrán que asumir un rol proactivo en este sentido. Todo esto, además, tendrá una repercusión directa en los seguros de coches, con una serie de desafíos y oportunidades que estarán asociados precisamente a la hora de dar una cobertura adecuada y adaptada a las necesidades que plantean los vehículos eléctricos y autónomos.
Los seguros en los coches eléctricos y autónomos
Lo cierto es que según datos aportados por la DGT, el 90% de los accidentes de tráfico se deben a errores humanos, de tal modo, que respecto a los coches autónomos, lo que se prevé es que la tasa de siniestralidad se reduzca al mínimo y ello tendría una repercusión en la póliza del seguro de un coche autónomo que también se vería sensiblemente reducida.
Es evidente que los seguros tienen que saber adaptarse a la nueva situación y ofrecer servicios y prestaciones diferentes a los que se han prestado hasta ahora, de modo que se puedan amoldar al nuevo modelo de vehículo que va a predominar en el mercado a medio y largo plazo, y también al nuevo modelo de conducción, puesto que en los coches autónomos todos los ocupantes, incluido el conductor, serán pasajeros. Por tanto, estos seguros de coches, que se podrán estudiar en un comparador de seguros, tendrán que incluir en sus pólizas una serie de modificaciones que será importante tener en cuenta respecto a la responsabilidad civil. Si en los coches autónomos la figura del conductor como tal no existe, las aseguradoras tendrán que determinar sobre quién recae la responsabilidad civil si se tiene un accidente. Lo más común es que en estas situaciones sea el fabricante del vehículo, la firma que está detrás del equipo tecnológico del coche, es decir, de la realización del software, GPS, etc, los que respondan bajo este concepto. En estas nuevas pólizas también será necesario valorar cómo se cubrirán los costes de reparación que tendrán las partes mecánicas y tecnológicas, que son clave tanto en los vehículos eléctricos como autónomos. Por ello, las aseguradoras lo que harán será revisar y ajustar las pólizas que se ofrecen en este sentido y ver cómo se adoptan ciertas coberturas.
En definitiva, en España, así como en el resto de Europa, tanto los coches híbridos como eléctricos ya tienen una importante cuota de mercado que se prevé vaya en auge, porque los precios de estos coches cada vez están siendo más competitivos, por las ayudas para su adquisición que ya se están planteando y también por la necesidad de renovar la flota de coches siendo respetuosos con el medio ambiente. Esto es algo que es extensible a las empresas y también a las aseguradoras que tienen que adaptar sus productos a estas nuevas necesidades.