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Los consumidores perdonan antes a una compañía que se equivoca pero que tiene una trayectoria con principios previa.

La carrera por convertirse en una marca ética y con principios se ha acelerado en los últimos años. Si hace no mucho las compañías que se preocupaban con esa cuestión y que se perfilaban desde ese prisma eran firmas de ciertos nichos y con determinadas características de marca, ahora este aspecto se ha afianzado como algo mucho más trasversal.

La ética empresarial es un factor que afecta cada vez más a las decisiones de compra del consumidor y al recuerdo positivo de la marca. Clic para tuitear

Muchas cuestiones que antes de limitaban a una idea de “cumplir” dentro de las campañas de responsabilidad social corporativa, ahora se han convertido en piedras angulares de la posición de la compañía en el mercado.

Así, en el mix que ha impulsado esta preocupación por la ética empresarial, los valores y los principios de marca se posicionan, sobre todo, dos cuestiones. Por un lado, la entrada de los millennials primero y de la Generación Z después en el mercado del consumo ha llevado a las marcas a centrarse en esas cuestiones porque estos consumidores las aprecian y las valoran. Quieren marcas que estén comprometidas con su entorno y que tengan impacto positivo en el mismo.

Por otra parte, cabe destacar que en contextos de crisis como el actual, los consumidores se refugian en la idea de las marcas como elementos de valor. Asimismo, según indica un reciente estudio, la ética de las marcas, su compromiso y sus posiciones frente al mundo ya no importan solo desde un punto de vista teórico o emocional. Las compañías deben centrarse en este aspecto porque la ética, o ausencia de esta, está definiendo qué se compra y a quién. En el punto de venta, los consumidores muestran su preferencia por compañías que saben en qué se comprometen y con quién.

Así lo recoge un estudio de Porter Novelli que recoge Fast Company. Los consumidores confían más en las marcas que tienen principios y que son consideradas éticas. Esto hace que las recuerden mejor, pero también que las compren.

La ética empresarial en datos

El estudio ha analizado la reacción automática de 1200 consumidores a diferentes marcas. Así las marcas orientadas a propósitos eran asociadas por los encuestados de forma más clara a valores como la transparencia y la confianza.

Por otra parte, los analistas estudiaron la relación entre los valores de marca y las decisiones de compra. Un 78% de los encuestados reconoce que es más probable que recuerde y algo más de tres curtos que compre aquellas marcas en las que confía. Un 72% asegura que también es más posible que se mantenga fiel a una compañía si encaja en esta categoría.

Asimismo, un 71% de los encuestados asegura que compra a esa compañía ética cuando el coste y la calidad de los productos son iguales a los de los demás y un 62% que lo tiene en cuenta incluso cuando hace una compra compulsiva. Un 72% reconoce que es más probable que perdone a una empresa que se equivocó si está asociada previamente a la idea de ser una marca con valores.

Fuente: Puro Marketing