Las nuevas tecnologías y los nuevos formatos de comunicación han cambiado no solo el modo en el que se comparten las cosas, sino también la autoridad que damos a cada una de esas cosas. Para los ciudadanos, el sello de garantía de lo que es relevante y fiable ya no está en las grandes firmas, sino en lo que otros como ellos opinan: los consumidores ahora se fían de otros consumidores.
¿Quién influye en las decisiones de los #consumidores? Clic para tuitearTiempo de Lectura: 2 minutos
De esta forma, la información ha dejado de ser patrimonio de unos pocos, que la distribuían a modo de noticias, sino que ha cambiado también en quién se deposita la confianza.
Como demuestra un estudio de The Media Insight Project, lo que hace que una información gane la confianza del lector o receptor no es tanto quién publica esa información, sino quién la comparte.
En el caso de las redes sociales, lo relevante es cuál de nuestros amigos comparte determinada información y aparece, por tanto, en nuestro feed de noticias.
El estudio se centró en un artículo de prueba compartido en un panel de usuarios en Facebook, pero con dos variables: firmado por la agencia AP, una fuente a priori creíble, o bien por un medio inventado.
El resultado fue concluyente: más que la firma de la información, lo importante es quién comparte el tema. Si es una persona en la que confiamos, el efecto es que el artículo no solo se comparte más, sino que incluso hace que se consuma más información en la fuente. Es decir, los receptores se dan de alta más en las alertas de noticias del medio en cuestión.
El poder del comentario
Es aquí donde llegamos al quid de la cuestión. Aunque el estudio se centra en las noticias y en cómo se perciben entre quienes las reciben, lo cierto es que los resultados nos llevan a la cuestión de fondo de cómo está cambiando el foco de lo que es fiable y lo que no lo es.
En este contexto, las opiniones de los demás, especialmente de nuestros amigos y conocidos, son cada vez más relevantes a la hora de tomar decisiones.
Los estudios no hacen más que demostrar cómo consumimos productos y servicios arrastrados por lo que otros dicen sobre ellos.
Por ejemplo, un estudio de Facebook señalaba que las experiencias que amigos y familiares comparten en la red social sobre sus vacaciones, tienen un impacto sobre las propias decisiones de compra en destinos vacacionales.
Un 92% de los consumidores afirma abiertamente que los comentarios de sus contactos importan, y mucho, en sus decisiones de compra, superando incluso a las referencias que puedan tener de los mismos productos o servicios en los medios de comunicación tradicionales.
Otro ejemplo que vemos a diario: el de las reservas de hoteles y viajes. Las votaciones y comentarios de los demás viajeros que han estado antes en un destino no solo aparecen destacados, sino que además son un elemento activo a la hora de acceder a la información y de visualizar los diferentes hoteles.
Incluso hay quienes no reservan nada por debajo de una cierta puntuación en portales como Booking o Tripadvisor.
En todo este contexto, las marcas y empresas deben ser plenamente conscientes de cómo han cambiado las tornas: el epicentro de la información, de lo que transmiten de su marca, ya no lo controlan ellos mismos.
Fuente Puro Marketing