San Miguel origen

San Miguel, una de las cervezas más icónicas de España, tiene un origen que pocos conocen. Su historia comienza en 1890, cuando un grupo de empresarios españoles decidió fundar una cervecera en Manila, capital de Filipinas y territorio español en aquel entonces.

Liderados por Enrique María Barretto de Ycaza, estos visionarios inauguraron la fábrica el 29 de septiembre, Día del Arcángel Miguel, en el barrio que dio nombre a la marca. En ese momento, la cerveza era una bebida casi desconocida en el sudeste asiático, pero rápidamente logró expandirse por la región y, tras la ocupación estadounidense, también por los territorios de ultramar de Estados Unidos.

El éxito de San Miguel no sería posible sin figuras clave como Pedro Pablo Roxas, uno de los fundadores, y su nieto Andrés Soriano, quien transformó la empresa en un auténtico emporio multinacional. Soriano no solo impulsó la producción de cerveza, sino que diversificó el negocio hacia productos como refrescos, lácteos y alimentos congelados, llegando incluso a embotellar Coca-Cola en Filipinas. Bajo su liderazgo, San Miguel se convirtió en una de las marcas más influyentes de Asia.

El salto a España: la unión de dos mundos

En 1953, la historia de San Miguel dio un giro inesperado cuando Enrique Suárez y Antonio Zuloaga, empresarios españoles, viajaron a Filipinas para conocer los secretos de esta cerveza. De ese encuentro nació un acuerdo que permitió a La Segarra SA, una sociedad de Lleida, obtener los derechos para producir y distribuir San Miguel en Europa y África. Cuatro años después, se inauguró la primera fábrica de San Miguel en España, marcando el inicio de una trayectoria que convertiría a la marca en una referencia del sector cervecero español.

Con el tiempo, las «dos San Miguel» —la filipina y la española— siguieron caminos independientes. En España, la marca consolidó su liderazgo, abriendo una segunda fábrica en Málaga en 1966 y expandiendo su influencia internacional en las décadas posteriores. En 2000, la fusión con Mahou dio lugar al Grupo Mahou-San Miguel, el líder del mercado cervecero en España, al que posteriormente se sumó Cervezas Alhambra.

Un legado global y una historia única

San Miguel es mucho más que una cerveza; es el resultado de la visión de empresarios que supieron aprovechar las oportunidades de dos mundos. De su origen en Filipinas, pasando por su expansión en España y su consolidación como multinacional, la marca es un ejemplo de cómo la innovación y la colaboración internacional pueden transformar una simple fábrica en un emblema de éxito global.

Hoy, San Miguel mantiene su espíritu pionero, llevando consigo una historia que une continentes, culturas y generaciones.

Fuente: Vozpópuli