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A pesar de que el segmento del comercio al por mayor en alimentación podría, a priori, asociarse con las metodologías de compraventa convencionales, el efecto de la transformación tecnológica ha marcado un punto de inflexión dentro de su contexto. ¿Has oído hablar del comercio electrónico al por mayor?

A continuación analizamos en qué punto se encuentra la figura del mayorista de alimentación en el universo digital. ¡Toma nota!

Comercio electrónico al por mayor en la industria de la alimentación 

El comercio electrónico al por mayor es un modelo de negocio basado en la venta de productos (generalmente, a empresas), en grandes volúmenes, con precios bastante reducidos y, como su nombre indica, la transacción se desarrolla de forma integral a través de una plataforma digital. 

Aunque el concepto de ecommerce se suele vincular, de forma indirecta, a los negocios minoristas y alejados del segmento de la alimentación, su irrupción en el paisaje empresarial es cada vez más significativa. No es extraño si tenemos en cuenta algunas de sus principales ventajas: Multiplicación de oportunidades de venta y volumen de pedidos, periodos de entrega más reducidos o minimización de costes. Dar el paso de ser mayorista representa, sin duda, la posibilidad de expansión en el mercado B2B, prácticamente infinito y en el que ya se mueven más de 7,7 billones de dólares.

Aunque la fórmula más común es aquella que responde a una relación entre productores y minoristas, en el mercado también es posible encontrar mayoristas que venden a otros mayoristas, así como mayoristas que, incluso, venden directamente a los consumidores finales.

Uno de los principales puntos fuertes que ofrece la venta mayorista es que, por su propia naturaleza y dinámica, minimiza los costes de negocio. Al efectuar movimientos al por mayor, puede ahorrar gastos, por ejemplo, en materia de marketing y, de forma indirecta, incrementar las ganancias obtenidas por cada unidad.

La transformación de los clientes B2B

Hasta hace relativamente poco, era común pensar que los clientes B2B tendían a evitar los canales digitales como vía para efectuar transacciones y, en cierto modo, era así. La sabiduría convencional sostenía la idea de que las compras al por mayor se imbuían en un sistema demasiado complejo como para llevarlo a cabo en un entorno online y, por este motivo, muchos proveedores decidieron no invertir de forma sustancial en el comercio electrónico. 

No obstante, de acuerdo con un estudio recientemente elaborado por McKinsey, hay evidencias suficientes como para resolver que el comprador B2B ha cambiado de forma considerable. ¿La razón? Uno de los factores más decisivos, ha sido la democratización de la información y el acceso instantáneo a la información. Gracias a ello, ha logrado recopilar información de alto valor de forma completamente independiente por lo que, en cierto modo, los mayoristas hoy poseen muchas menos oportunidades de influir poderosamente sobre las decisiones de compra de estos a través de reuniones presenciales.

Por su parte, el desarrollo tecnológico, ha posibilitado el comercio online a los mayoristas y el acceso a beneficios tan relevantes como:

Simplificación de los procedimientos de compra

Las plataformas de ecommerce específicamente desarrolladas para brindar servicio al por mayor, rompen las restricciones tradicionales gracias a la simplificación de los procesos siendo, incluso, posible la configuración de sitios web privados de comercio electrónico exclusivamente B2B.

Y es que, si hay un elemento distintivo que caracteriza a las soluciones digitales es la flexibilidad y la capacidad para responder a las necesidades y especificaciones de cada segmento, modelo de negocio o cliente. El desarrollo de la tecnología ecommerce ha hecho que los procesos de búsqueda de mayoristas y distribuidores se tornen más accesibles para los compradores.

Automatización y sistematización de procesos

La sistematización de procesos constituye uno de los grandes beneficios que brinda hoy el contexto del comercio electrónico al por mayor. Desde la fase de registro hasta aquella en la que se efectúa el pago, está presente la automatización. Gracias a ello, la experiencia se torna más ágil e intuitiva sin necesidad de gestionar pedidos vía telefónica, presencial o a través de correo electrónico. 

Gracias a la enorme variedad de potencialidades que la tecnología pone al alcance del mayorista, es posible acceder a herramientas preparadas para automatizar y revisar las inscripciones de clientes, los pedidos, agilizar las gestiones, por ejemplo, de inventarios o la aplicación de descuentos porcentuales a determinados segmentos de la cartera de clientes.

Experiencias de compra más disfrutables

Cuando hablamos de clientes B2B, hablamos de usuarios cada vez más afines a sus homólogos B2C y ello se debe en parte a la completa disponibilidad de información que proporciona la red. Esto ha hecho que sean cada vez más independientes y exigentes, al tiempo que confían más en las nuevas tecnologías, tal y como revelan en este artículo de Retail Actualidad

Un estudio elaborado por Demand Gen Report, reveló que aproximadamente el 67% de los compradores B2B desean acceder de una forma intuitiva y ágil a los catálogos de precios, un 64% dá preferencia a sitios web cuyo acceso no requiere de formularios de registro y un 66% se ve considerablemente influenciado por los medios online especializados en el segmento. En este sentido, el comercio online puede proporcionar respuesta a todas las necesidades y exigencias de los clientes mayoristas y, al mismo tiempo, favorecer la anticipación de los vendedores ante tales necesidades.